"Ir de tapas" es una costumbre propia de los españoles. A media mañana van por uno o varios bocadillos los que suelen acompañarlos con una copa de vino. Así lo vi en mi viaje por España.
Aquí en Lima, específicamente en el Centro de Lima, se suele emular esta costumbre en varios lugares típicos como el Queirolo (Quilca/Camaná), el Carbone (Caylloma/Huancavelica)y el Cordano (Ancash/Carabaya) donde se ofrece platillos criollos como el Cau Cau o el Escabeche; la Butifarra, las ensaladas de pallares y garbanzos, el pan con Pejerrey; los panes con queso y aceitunas y otras delicias.
A los tres mencionados añadimos el café Santa Isabel en sus dos locales de la cuadra 5 de Carabaya, donde también está el típico local de un nikkei que ofrece una entrada con guisos o tallarines, un pan y su vaso de Agua de Manzana , todo como "combo", como se suele llamar a este menú medio mañanero.
También no podemos dejar de mencionar El Chinito en su tradicional local de Zepita con Chancay y el de la plaza de Armas.
A estos podemos agregar el Dominó en la Plaza San Martín y el bar del Hotel Bolivar.
El peruano y el limeño es de buen comer; siempre pide "yapa" y es leal al local que le ofrece calidad, buen servicio y precios cómodos. Casi nada.
Cada local tiene su clientela, disminuída en esta época por el trabajo online y la propia pandemia.
Esperemos que pase todo para volver a dar una vuelta para degustar los ricos platillos y saludar a los amigos como lo hicimos por mucho tiempo lo que significó nuestro enamoramiento del Centro Histórico.
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