La noche del domingo 18 peruanos fueron víctimas de la insania terrorista de sendero luminoso, hoy con otro nombre pero sigue siendo el mismo grupo asesino que desde hace 41 años viene causando muerte y destrucción.
A mediados de los 90s tanto sendero luminoso como el mrta ya habían sido derrotados militarmente sin embargo desde 1999 un grupo remanente se instaló en la zona del VRAEM (Junín, Cusco y Ayacucho) y desde ahí ha venido actuando como un cartel de drogas.
Han pasado 22 años y los sucesivos gobiernos no han podido no solo desarticularlos sino han sido incapaces de detener su avance. El atentado contra laa 18 personas no es nuevo. Lo agreste de la zona ha permitido fortalecer a las huestes terroristas y debido a ello, realizar diversos atentados que han costado la vida de decenas de militares, policías y civiles.
A lo largo de estos años hemos escuchado diversas propuestas para cortar las líneas de aprovisionamiento de insumos químicos con los que se elabora cocaína que es exportada al mundo a través de aeropuertos clandestinos o vía terrestre rumbo a los puertos costeros. Eso no se logró y menos los diversos programas socioeconómicos de DEVIDA y otros.
El Estado ha sido incapaz de enfrentar al narcoterrorismo de este cartel comandado por los hermanos Quispe Palomino.
Ningún gobierno se ha fijado como objetivo prioritario la derrota de estos asesinos. Hoy el vocero de Fuerza Popular Fernando Rospigliosi ya lo dijo. En 6 meses ha ofrecido derrotarlos; mientras el candidato comunista Castillo-Cerrón no dice nada al respecto y gente de su círculo más cercano tiene probadas relaciones con los Quispe Palomino. Es así que callan en todos los idiomas cuando se habla del VRAEM.
El terrorismo vuelve a mostrar las garras llenas de sangre. El escenario de hoy es muy parecido a lo vivido meses antes del inicio del terrorismo en ol e de 1980. Señalarlos es "terruquearlos" y la palabra terrorismo ha sido reemplazada por el término "conflicto armado interno". Formas diversas para parar cualquier intento de combatirlos.
Hoy tras el atentado en Satipo, volvemos a escuchar las mentiras comunistas que señalan que el asesinato de 18 peruanos es un "psicosocial de la derecha".
Es hora de enfrentar a los Quispes Palomino en el VRAEM y combatir cualquier intento del comunismo disfrazado con diversas siglas para tomar el poder por la vía armada o a través de "lobos disfrazados de ovejas" como es el caso de CASTILLO-CERRON.
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