viernes, 28 de mayo de 2021

CUSCO, DESPIERTA¡

Fui por primera vez a Cusco hace 35 años. Eramos muy pocos los turistas que nos aventuramos a ir desde Lima por tierra.

Lo que quedaba de asfalto de las carreteras era muy poco y estaban tomadas por el terrorismo.  Si no pasabas a cierta hora por Puquio o Chalhuanca, simplemente tenías que quedarte a esperar el amanecer de un nuevo día.

Por aquellos años éramos un destino peligroso y por ello pocos extranjeros venían al Perú. Tan solo los llamados "mochileros" y por cierto casi ninguno de los llamados "premium". No podía ser de otra forma. El tren era de ínfima categoría y no había los hoteles de lujo que hoy existen. Los restaurantes de cierta categoría eran muy pocos y los empresarios  trabajaban con el temor de que un atentado dinamitero destruyera el fruto de su esfuerzo e incluso ellos mismos fueran las víctimas del terrorismo comunista.

Todo cambió con la derrota de este flagelo y con el resurgir del Perú en 1990 con el Presidente Fujimori. Las inversiones llegaron y con ellas hoteles de todo tipo, un servicio de tren de primera y cualquier cantidad de emprendimientos de todo tipo, incluyendo nuevas rutas y diversas formas de vivir la aventura  de un viaje.

Todo Cusco vivió del boom del turismo. No solo los empresarios como suelen decir algunos comunistas. Porteadores, artesanos, guías turisticos, vivanderas, taxistas, mozos, bartenders y tantos otros vivieron de este boom. Algunos incluso se  casaron con personas de diversas latitudes, a las que conocieron en su estadía en Cusco.

Sin embargo, Cusco parece seguir siendo "rojo". Las huelgas y paros organizados por fantasmales "frentes de defensa" lo único que ocasionaban, en los años del boom, era ahuyentar a los turistas, que veían transformar un "viaje de ensueño"  en una terrorífica experiencia.

Cuando todos esperaban que el 2020 fuera el mejor año de las últimas dos  décadas, un virus llegó de la China Comunista, cuyo origen sólo sabe Dios cómo fue.

De la noche a la mañana, todo el turismo se paró al no haber el flujo de turistas. Muchos quebraron, miles perdieron el empleo y encima un gobierno incapaz hizo "todo lo necesario" para terminar de hundir la economía.

Hoy cuando el lento avance de la vacunación daba señales de esperanza, un candidato comunista vinculado al terrorismo surge como el peligro que terminará de hundir el turismo y al Cusco. Sin embargo esa misma gente sigue "disparándose a los pies" o es que quieren ser el Varedero de la Cuba castrista donde todos trabajan para el Estado Comunista por unos cuantos pesos.

Qué podemos pensar si sé de una empresaria cusqueña del sector turístico que aviva y promueve la candidatura comunista. ¿Locura?  ¿Algún interés? ¿O es que cree que será parte de la argolla comunista que vive del pueblo hambriento y esclavizado?

Espero que los cusqueños despierten y digan NO al comunismo. Este mensaje va para ti también, YP.



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