Hace 143 años un heroico contingente al mando del Coronel Francisco Bolognesi se enfrentó en Arica al invasor chileno, cuyas fuerzas eran más de tres veces superiores en número y con armamento inmensamente superior en cantidad y calidad.
Lo que ocurrió aquel 7 de junio de 1880 era previsible. Fue un acto sublime de sacrificio, sabiendo que era imposible enfrentar con éxito esa gesta pero con ello se lavó (con la sangre de muchos peruanos) el honor mancillado por malos peruanos.
Hoy también recordamos cómo hace seis meses un ladrón comunista cometió el error que lo llevaría a la cárcel y con ello empezó el desmontaje no solo de un gobierno corrupto sino de un proyecto que hubiera conducido al Perú al precipicio.
No fuimos muchos los que luchamos con terca persistencia contra Castillo y sus cómplices. Al contrario, afloró la cobardía, las alianzas interesadas y la sumisión ante la adversidad. Hubo periodistas, políticos y ciudadanos que nos fajamos en las calles mientras otros miraban desde sus ventanas o prefirieron arriar banderas porque "ya no había nada que hacer".
Entre los que siempre vi en las calles hubo muchos anónimos patriotas pero quiero resaltar a alguien que algunos pretenden desmerecer pero a quien siempre vi en primera línea. Me refiero a Jorge del Castillo Gálvez. También un reconocimiento a mis amigos de la Legión Arica No Se Rinde, a Manuel Ruiz Huidobro y a La Batería40, entre otros, con quienes marchamos desde junio del 2021.
Lo que sucedió el 7 de diciembre del 2022 aún no se sabe con precisión. Aún hay traidores agazapados que tras ver el fracaso del golpe comunista, abandonaron esa pretensión.
Nadie sabe si Castillo calculó mal o quizás fue las denuncias de uno de sus cómplices (Salatiel Marrufo), puestas en conocimiento por el comunicador Phillip Butters, lo que detonó la decisión de llevar a cabo el golpe.
Frente a ello todas las Instituciones incluyendo las Fuerzas Armadas y Policía Nacional se opusieron al Golpe de Estado y el pleno del Congreso no tuvo otra salida que vacar a Castillo.
Lo que sucedió luego fue un intento de contragolpe que se prolongó por varias semanas, lo que finalmente fue derrotado.
Tras seis meses de gobierno y en medio de un equilibrio precario la Presidente Boluarte y sus ministros siguen sin desinfectar el Estado y peor aún "gobernando en piloto automático". Cero obras.
Peor aún, no hay un Congreso que dé la talla pero, salvo suceda algo, seguirá hasta el 2026.
¿Estabilidad democrática? ¿El mal menor? ¿O un corto plazo inesperado?
El tiempo lo dirá¡
Gloria a los Titanes del Morro y a los que deponiendo intereses personales se enfrentaron y derrotaron al castrochavismo corrupto.
Hoy es un día para renovar el juramento de defender a nuestra Patria, a nuestra Bandera, aún si tengamos que caer en ello.
Viva el Perú¡
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