Hará pocos días conversaba con una turista alemana y me hacía ver –desde su punto de vista -lo diferente que era la vida en Perú y también lo difícil que era entender nuestra dinámica de vida.
Es cierto que en términos generales tenemos diferentes formas de ver la vida y de vivirla; sin embargo es preciso decir algo: lo importante no es entender las diferentes visiones de la vida que cada pueblo tiene sino simplemente distinguir esas diferencias para que aquellos que nos visitan puedan saber cómo comportarse en cada circunstancia que le toque vivir durante su permanencia en nuestro país.
Al respecto leía un artículo publicado en un blog en el que se puntualizaba el error de generalizar las particularidades de cada pueblo y por supuesto coincidimos plenamente con ese punto de vista. Sin embargo hay detalles que caracterizan a cada pueblo y su cultura, lógicamente con las variantes puntuales de cada persona. A continuación detallaremos algunos puntos que deberían tener en cuenta nuestros visitantes para tener una estancia agradable en el Perú.
1. El peruano, en términos generales, acoge con simpatía a los turistas, a todo sus visitantes, brindándole incluso el escaso tiempo y los pocos o muchos recursos que tiene. Esto se ve sobre todo en las ciudades pequeñas o pueblos pues en las ciudades grandes la propia dinámica de la vida brinda poco tiempo libre.
2. El Perú es un sinfín de posibilidades para los viajeros: desde aquel que busca el lujo total hasta el caminante que intenta vencer abras a más de 5 mil metros o cumbres nevadas. El Perú tiene una enorme variedad climática y de biodiversidad. En contadas horas se puede pasar del nivel del mar y llegar a más de 5 mil metros de altitud. Aquí nace el río Amazonas, el más largo del mundo; el lago más alto del mundo, el Lago Titicaca; tenemos más de 2 mil kilómetros de costa bañada por el Océano Pacífico con numerosos oasis y un inmenso desierto; en la parte central – norte está la Cordillera Tropical más alta del mundo con picos de más de 6 mil metros; en nuestra selva amazónica hay una inmensa biodiversidad y al sur del Perú están tres de los cañones más profundos del mundo, el Colca, el Cotahuasi y el Apurímac, este último quizas el cañón mas hermoso del mundo. El Perú fue centro de muchas civilizaciones de una antigüedad mayor a cinco mil años (uno de las más importantes fue Caral al norte de Lima y Nasca con sus aún enigmáticas Líneas en pleno desierto) y la cultura Inca de notable influencia en toda Sudamérica y que construyó una de las maravillas de la humanidad: Machu Picchu en la selva alta de Cusco.
3. La gastronomía es variada y con sabores muchos veces extremos: picantes, agridulces, dulces y salados se mezclan en una amplia gama de cocinas regionales. Al peruano le gusta comer bien y bastante; incluso en las estrecheces económicas. La comida es el reflejo de la sociedad y lo cultural: aquí se conjugaron diferentes tipos de comida y la influencia de la cocina europea, japonesa, china e incluso árabe en fusión con los sabores autóctonos ha dado origen a una comida nacional rica en olores, colores y sabores. A no dudar el plato más significativo de la comida peruana es el ceviche, pescado cocido con el jugo del limón ácido acompañado de granos de maíz, camote, cebolla y otros ingredientes al gusto regional. No dejaremos de mencionar además diversos insumos típicos como la inmensa variedad de papas, frutas tropicales y nativas (como la chirimoya, el aguaymanto y la lúcuma), una gran variedad de ajíes y el típico “cuy”, imperdible en la comida andina.
4. Años atrás; la bebida de bandera, el Pisco, no tenía la importancia que tiene ahora. El peruano bebía mayormente ron o cerveza. Hoy en día en los principales bares se consume el pisco, un destilado de la uva, y base para elaborar el pisco sour, coctel de bandera, preparado además con limón, jarabe de goma, la clara del huevo, hielo y un toque “amargo de angostura”. El consumo de alcohol es una práctica social donde la gente comparte momentos y sobre todo en estratos populares se suele tomar la cerveza de una sola botella y de un solo vaso (costumbre que aún persiste). Una bebida “no alcohólica” de preferente consumo es la “chicha morada”, hecha con maíz morado hervido con cáscara de piña, canela y clavo de olor; luego de enfriada esta cocción es endulzada y se le agrega manzana picada y un toque de limón ácido. Para aquellos turistas que van a las zonas alto andinas, un té imperdible por su propiedades contra el “mal de altura” es el llamado “mate de coca”, hoja ancestral peruana de múltiples propiedades benéficas.
No olvidemos el boom de las cervezas artesanales que hoy sigue vigente.
5. Una mala costumbre nacional es la impuntualidad. Incluso en vez de mejorar esto, se suele hacer bromas de ello y hablar de “una hora peruana”. Es común que la gente sepa que los horarios no se cumplirán e incluso se dice sin ningún problema que se llegará “en minutos” cuando se sabe de antemano que no será así. Paciencia¡¡ Esperemos que la gente cambie pues es uno de las costumbres que más me disgusta y ni que decir a quienes nos visitan.
6. Al peruano le gusta mucho las celebraciones. Las hay por variadas razones: fiestas religiosas, carnavales, cumpleaños, fin de año, etc. Si es de salir a celebrar, no hay día en la semana que se “respete” sin embargo los lugares de diversión, por lo general, atienden de miércoles a domingo; aunque eso está cambiando con la demanda del público. Hay una ciudad en el Perú que si tiene diversión asegurada todos los días del año y es el Cusco, principalmente por el flujo constante de turistas de todo el mundo. Cabe decir que el espíritu fiestero del peruano no implica menor laboriosidad. El peruano es conocido por ser un gran trabajador y sobre todo emprendedor de variadas empresas. Hay muchos ejemplos de emprendimiento y de su éxito.
7. La música es otro de los componentes culturales característicos de nuestro pueblo. Hay variedades en cada región: en la costa, en Lima y al sur de esta ciudad la influencia de la música negra en mezcla con la española dio origen a la llamada “música criolla” y en la costa norte la mezcla con el vals europea dio origen a “la marinera y al tondero”; en la zona andina con el influjo de la música llamada “folclórica” cuya presencia citadina se da en las llamadas “peñas” (lugares donde se difunde esta música y sus bailes) y en la zona selvática con un tipo de música diferente con mucha acústica. Hoy en día surgen nuevos ritmos, mezcla de la música de la selva y otros sones populares que dan origen a la llamada “cumbia” y la siempre vigente música latina, llamada en términos generales “salsa” de grandes adeptos que concurren a salas de baile llamadas “salsódromos”.
Seguiremos en una próxima entrega comentando sobre el Perú y los peruanos.
PS Artículo publicado originalmente en
www.ecoaventuravida.blogspot.com
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