Nuestro país se encuentra vulnerable ante una serie de amenazas que ponen en peligro su viabilidad como Nación Libre y Soberana.
Ello no es de ahora sino producto de años de inacción, incapacidad y complicidad de quienes debieron tomar cartas en el asunto.
El descrédito del Sistema Democrático pone en duda su viabilidad. Ninguna autoridad goza de un mínimo de aceptación y cualquier salida podría ser aceptada por una ciudadanía que exige cambios. "Que se vayan todos", gritan algunos pero ¿quiénes asumen?
Gran parte de ese descrédito proviene de una corrupción que ha hecho metástasis en la Sociedad. Nadie ha sido condenado aún por las raterías de los últimos 23 años; incluso gente como la ex alcaldesa Villarán sigue libre pese haber aceptado ser una corrupta. Ello tiene responsables. Fiscales y jueces han sido incapaces -sabe Dios por qué- de acusar y llevar a juicio a decenas de ladrones de "cuello y corbata".
Esa corrupción e incapacidad ha impedido que se siga combatiendo la miseria y la pobreza. Enormes brechas sociales, inequidades y necesidades insatisfechas son "el caldo de cultivo y pretextos" para propuestas subversivas; aún cuando quienes las promueven viven del financiamiento vía actividades ilegales y sus voceros han sido parte de las raterías de la organización criminal encabezada por el comunista Castillo, autodenominado "líder del pueblo".
La violencia subversiva sigue siendo una enorme amenaza, con la complicidad de los caviares que la llaman "violencia política". El terrorismo de los 80s y 90s fue derrotado militarmente pero sigue ganando la guerra ideológica y política; con la complacencia y complicidad de un sector minoritario de la Sociedad.
Esta amenaza se vuelve más peligrosa con el actual estado de inseguridad, agravada por una inmigración incontrolada, una legislación y procedimientos que "juegan" a favor de los delincuentes y "atan de manos" a las Fuerzas del Orden y un sistema judicial sospechósamente incapaz para combatir el delito. Si a ello le agregamos la falta de apoyo logístico a la Policía, la actual situación que vivimos se explica sin mayor análisis adicional.
Continúa
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