miércoles, 30 de agosto de 2023

OTRA MIRADA

 


Conversaba con un ocasional compañero de viaje en un bus de regreso del Centro de Lima sobre cómo ha cambiado el mundo, en tan poco tiempo, debido al avance de la tecnología. En especial lo decíamos sobre cómo hoy nos informamos y comunicamos ya no con alguien que vive en Lima sino con gente que vive a miles de kilómetros.

El avance de los llamados smartphones, la conectividad celular y los innumerables medios digitales han permitido que "el ayer" se produzca en poco tiempo. La inmediatez es sorprendente.

Antes nos enterábamos de las novedades a través de los noticieros de la noche; hoy en segundos sabemos qué sucede en el mundo y tarda muy poco para que la novedad sea desarrollada con amplitud.

Nada escapa al mundo del Internet y de las Redes Sociales. Los diarios físicos están  un triz de desaparecer como tal, mas no como emisores de contenidos, pagados o gratuitos.

En tanto los aparatos de radios han dejado casi de producirse pués hoy escuchamos a las emisora a través de un celular o una laptop; pero no por ello los dejamos de extrañar. Somos de una generación que crecimos escuchando las transmisiones radiales de narraciones de diverso tipo, por cierto  y en especial las de partidos de fútbol. Cómo olvidar la inolvidable narración de Lucho Izusqui Tataje la tarde del 3 de agosto de 1969 cuando contaba como el hombre que comía embutidos Popeye (el granítico Héctor Chumpitsz) robaba pelota y avanzaba. "Sigue generando ataque", decía Izusqui. Luego narraría el pase de más de 30 metros y cómo Perico amortiguó la pelota con el pecho y se la sombreaba al arquero argentino Cejas.

El video de aquel partido se perdió por más de 50 años; hasta que por casualidad esta grabación fue hallada como parte de un noticiero inglés.

Quienes no fuimos al viejo Estadio Nacional, tras ese hallazgo confirmamos que lo narrado por Lucho Izusqui fue copia fiel de lo que sucedió aquel día. Objetividad, calidad narrativa y sobre todo fidelidad con la verdad. Jugada magistral de pecho de Perico León y gol. Fue el 1-0 con que Perú ganó a Argentina.

Han pasado 20 años del informe de la comisión de "la verdad y reconciliación" y podemos decirlo claramente y sin cortapisas. Ni verdad ni reconciliación y no caemos en el facilismo de aquellos rojos que se llenaron los bolsillos con miles de "cochinos" dólares "del Imperio" quienes apelan al expediente fácil de acusarnos de "no haber leído las cientos de páginas y anexos". Habría que ser bien baboso para perder tanto tiempo en leer ese cerro de papeles mojados en tinta. Pero claro que hemos leído sustantivas partes como "lo qué pasó en Molinos el 28 de abril de 1989", por citar uno de muchos casos. Ni objetividad ni verdad. Casi complicidad sin máscaras ni pasamontañas.

Urge que la Historia con "h mayúscula" se escriba y lea de nuevo. Cuánta falta hizo "un Lucho Izusqui Tataje" a la hora de contar lo qué pasó en aquellos aciagos años de TERRORISMO COMUNISTA (y no en lo que la caviarada y rojería llama con cómplice eufemismo, "conflicto armado interno").


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