Todo empezó al concluir la definición del Título Nacional 2023, aquella vergonzosa noche del 8 de noviembre del año pasado. Un irresponsable "apagón" puso en riesgo la vida de miles de personas por lo cual el estadio de Matute solo fue suspendido 7 meses y los responsables de ocasionar ese hecho nunca fueron castigados, ni administrativa ni penalmente. Es más, ahora -como si no pasara nada- se va a permitir que se jueguen partidos internacionales, incluyendo los de la Copa Libertadores. Total impunidad.
Pero todo no acabó ahí. En este año -Centenario de Fundación del Club Universitario de Deportes- viene ocurriendo una serie de hechos orientados aparentemente a empañar la realización del torneo, incluso hasta llegar ¿a su suspensión"?
El presunto "armani" viene de diferentes frentes y apelando a diversos "hechos".
El club de La Victoria desde el inicio del torneo pretende victimizarse, acusando de ser objeto de fallos arbitrales "en contra", justo ahora que hay VAR. Sin embargo hechos fácticos desmienten esa pretendida acusación.¿Cuántas fechas de suspensión le fueron impuestas a su arquero Saravia tras ser expulsado por segunda vez en el campeonato tras agredir a un delantero del ADT? 1 fecha¡. Así mismo, ¿qué reclama su capitán Barcos quien agredió a un jugador del Cienciano y luego protagonizar un escándalo? ¿Cuántas fechas de suspensión le han aplicado? Aún no se sabe.
Ni qué decir del castigo que sufrió el ADT por un hecho acaecido fechas atrás y aplicado -qué casualidad- la fecha que Alianza jugó en Tarma (sin público).
¿Qué raro que se haya aceptado quitar el límite de 25 jugadores y ello haya permitido a los clubes, incluidos al club aliancista, "reforzarse" con jugadores "libres"? ¿ Otra de las rarezas que no dejan de llamar la atención son los fallos a favor de jugadores en litigio con sus clubes y que luego son contratados por...Alianza.
¿Están siendo perjudicados? ¿Sus jugadores suspendidos lo han sido injustamente? Evidentemente no.
Pero lo actual no es solo motivo de supuesta "controversia". El club de La Victoria pretende ir al TAS (el mismo que lo salvó de la baja en el 2020) para "reclamar" un título logrado en la cancha por Universitario hace...90 años (hubo una definición entre ambos equipos que lo ganó Universitario 2-1).
Pero todo no queda ahí. El próximo rival aliancista (novena fecha) será Los Chankas, a cuyo arquero lo expulsaron injustamente la última fecha frente al Atlético Grau de Piura, equipo que los derrotó sorpresivamente y producto de ello, los directivos del club de Andahuaylas han acusado ser víctimas de hechos delictivos relacionados a apuestas clandestinas, habiendo puesto en tela de juicio la honradez de sus propios jugadores. ¿Pruebas? Solo dicen que se voceaba ello.
Pero como las acusaciones no vienen solas, un ex árbitro acusa de maniobras dolosas que habrían producido resultados amañados.¿Pruebas? Dice tenerlas pero no las muestra. ¿Ha ido al Ministerio Público? No sabemos.
Lo cierto es que ni las quejas y lamentos aliancistas tienen asidero; menos las acusaciones de fraude en la realización de los partidos. El acusador ex árbitro Chappell no ha indicado de qué época está hablando ni menos quiénes están implicados.
Realmente es una irresponsabilidad acusar pues en esa lógica podría alguien-sin prueba alguna- acusar que un gol en evidente posición adelantada que favoreció a los aliancistas en su partido contra el Municipal en el Apertura del 2023 fue "producto de algo amañado". Creamos mejor -como dijo el hoy quejoso Barcos- que "los árbitros se pueden equivocar".
Quizás el argentino tenga razón. No seamos condescendientes cuando nos favorecen y duros en momentos que no.
Aceptemos las sanciones en contra -como sucedió en el caso de Ureña- y que todos "sean medidos con la misma vara" cuando alguien provoca violencia azuzando contra su propia barra (Costa en el Alianza-Cristal). ¿Acaso hinchas desaforado no pudieron provocar violencia en el propio estadio?
Es necesario llamar a la cordura y evitar seguir promoviendo enfrentamientos. La dirigencia de Alianza que sostiene ser víctima de fallos injustos debería ponerse la mano al pecho y reconvenir a sus propios jugadores, que más que futbolistas parecen leñadores (Freytes, Zambrano, Arregui).
Ojalá que de una vez por todas jueguen y consigan resultados positivos en la cancha por méritos propios y no sigan echando sombras a un torneo que le es adverso. Que "el apagón del 8 de noviembre del 2023" no se repita buscando la suspensión del torneo del 2024.