En los aciagos años 80s, el terrorismo no solo avanzó por el accionar armado sino también por el apoyo que recibió de diferentes organizaciones que fueron "caballos de Troya" y otros fueron "los tontos utiles" que permitieron que delincuentes terroristas como por ejemplo Sybilla Arredondo actuaran impúnemente. Esta terrorista fue apresada en un primer momento pero salió libre por el apoyo de diferentes personalidades. Posteriormente volvió a ser apresada y condenada y al regresar a Chile, tras ser encarcelada no solo no mostró arrepentimiento sino reafirmó su militancia terrorista.
Así como ese caso, hubo cientos de delincuentes que eran incluso defendidos por gente infiltrada en la Iglesia Católica. Había programas de apoyo a los presos por terrorismo y no precisamente para aquellos que mostraron arrepentimiento.
A la par de ellos hubo una serie de oenegés que no solo apoyaron subrepticiamente al terrorismo sino que hicieron de todo para frenar la labor represiva del Estado, que actuaba en defensa de la Sociedad. No olvidemos las "acusaciones de genocidio, desapariciones y asesinatos" que lo único que sirvieron fue para "escribir una historia de odio y mentiras".
De boca de los representantes de esas oenegés filoterroristas nunca escuchamos ni vimos campañas para apoyar a viudas y huérfanos de policías y militares caídos; pero sí contribuyeron a que importantes mandos terroristas se escaparan de la justicia y fueran aceptados como "asilados" en Europa.
Hoy el Perú vuelve no solo a sufrir los embates de la crisis sanitaria y económica sino de la violencia desatada por inmigrantes ilegales que han sembrado el terror no solo en Lima sino en todo el país. Trata de blancas, narcotráfico, prostitución, asaltos, sicariato, préstamos ilegales, extorsión y muchas otras actividades delictivas son realizadas por estos sujetos ante la inacción de un Estado incapaz y fallido.
Sin embargo ante ello ha surgido una reacción, tardía es cierto, del Comando Conjunto de la Fuerza Armada que ha desplegado efectivos en la frontera norte para impedir que el Perú siga siendo destino de delincuentes infiltrados en un flujo migratorio que no tiene fin.
Ante ello surge una voz ya conocida por el daño que ha ocasionado al Perú, siempre al lado de los intereses contrarios a nuestra seguridad y desarrollo. Amnistía Internacional "ha levantado su voz" para "exigir " que el Perú retire sus tropas de la frontera norte y con ello sigamos siendo invadidos por delincuentes.
El Perú es un país soberano. Basta ya de injerencia de organismos que responden a intereses contrarios a nuestra Patria.
Lamentablemente este gobierno ha demostrado que no le interesa solucionar los problemas que nos aquejan. Ni compra vacunas, plantas de oxígeno ni camas UCI y menos se preocupa por combatir la inseguridad.
El Perú no puede ni debe seguir recibiendo lumpen ni indeseables. No hay más espacio ni recursos para seguir recibiendo inmigrantes y menos que éstos nos traigan más problemas que los que tenemos.
¿Quién es amnistía Internacional?
ResponderBorrarQue reclamen a tora parte.