"Mi voto no es por la confianza al gabinete sino por la gobernabilidad". Así dijo la congresista acciopopulista Silvia Montesa para sustentar su posición. Como ella, otros 11 de AP votaron por "darle la confianza" a un gabinete impresentable y como "cereza del pastel de la traición" la impredecible Maricarmen Alva ejercició su derecho a "no votar".
Solo 58 congresistas cumplieron con el Perú, aunque me queda la duda si entre ellos no hay aún "topos" o algunos tienen anidado en su corazón el germen de la traición.
"Entre gallos y medianoche", como dice un antiguo dicho, además de los acciopopulistas con la excepción de dos (Paredes y Martínez); votaron por darle la confianza al "gabinete Torres" 3 (de 5) de Somos Perú; 3 de 5 de Podemos (con la excepción del voto patriota de Anderson y la ausencia del ex ex ex Avalos); además de los 32 comunistas de Perú Libre, 6 de 7 de los bermejistas (ausente Kamiche) y los 5 de "Juntos por la Chamba". 64 "angelitos" confian (aún) en Torres y sus 18 incapaces.
Sorpresivo aunque anunciado voto en contra de los 3 morados así como la ausencia de dos congresistas de Fuerza Popular (Cordero y Huamán). La bancada de APP votó dividida; 9 en contra, 4 a favor y 2 abstenciones (su vocero Salhuana y Ruiz).
Visto esto se podría sacar tres conclusiones. Una primera es que Castillo tendría que ir al Congreso a dar explicaciones por las acusaciones que penden sobre él. 58 votos "seguros" respaldan esta afirmación; aunque nadie sabe.
Una segunda está amarrada a la primera. La vacancia es (casi) imposible salvo que la presentación de Castillo en el Pleno sea su Waterloo al no poder levantar las acusaciones.
Y una tercera está relacionada a la correlación de fuerzas. Es factible que existan 66 votos para modificar el número de votos para vacar al comunista Castillo y que la Acusación Constitucional por Traición a la Patria proceda.
Pero como estamos en un país donde "llueve hacia arriba", cualquier cosa puede suceder. Ya lo vimos con la censura de la Mesa Directiva que presidía Martha Hildebrandt en el 2000 o en la vacancia del genocida Vizcarra en el 2020.
Entre tanto Castillo sigue avanzando en su proyecto castrochavista aunque no con la velocidad ni los resultados deseados. 70% de la población "lo censura" y las FFAA no se han arrodillado (¿aún?) ante él.
Si los comunistas dicen que "salvo el poder, todo es ilusión"; parafraseando a los apristas diremos que "solo la calle salvará al Perú".
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