jueves, 24 de marzo de 2022

¿NOS VAMOS TODXS?

Ayer recordamos 4 años de la caída del gobierno de PPK tras su renuncia, acorralado por una serie de denuncias de corrupción.

En aquellos días surgió una voz que desgraciádamente no fue escuchada; la de Víctor Andrés García Belaúnde que sugirió que se realizara nuevas elecciones.  Cuanto daño nos hubiéramos ahorrado  El Congreso optó por llevar a cabo el plan de sucesión que ya había sido conversado con el felón Vizcarra.  Craso error que vería "sus frutos" en los siguientes meses y que derivaría en el golpe (cierre del Congreso) del 30 de setiembre del 2019.

En el devenir de aquellos días hay todavía situaciones no esclarecidas y cuyos actores aún no han rendido cuentas.

En medio de un enfrentamiento entre el Ejecutivo, que llevó a cabo un plan para destruir la Democracia, y el Congreso, que no supo enfrentar el golpismo que se venía venir; hubo quienes promovieron esto, entre ellos mandos de las Fuerzas Armadas, periodistas, mercantilistas y un sector que viene gobernando desde el 2000 -sin ganar nunca una elección- vale decir, el caviaraje.

Tras el golpe del 2019, Vizcarra creyó tener todo el control. Así lo parecía. Sin embargo el nuevo congreso elegido en el verano del 2020 terminaría vacándolo y lo que hizo con una mano terminó borrándolo con la otra, al no apoyar al gobierno transitorio de Merino de Lama y con ello finalmente promover el ascenso de Francisco Sagasti, quien resultó elegido Presidente del Congreso y en calidad de tal resultó siendo el Presidente Transitorio y quien facilitaría el ilegítimo (e ilegal) ascenso del comunista Castillo.

Por lo dicho, el llamado que hizo el pasado domingo el referido Sagasti para llevar a cabo "una salida democrática " termina resultando carente de cualquier atisbo de legitimidad.  El llamado para que "se vayan todxs" resulta más falso que "abrazo de Judas" y termina siendo un "chaleco salvavidas" para un desgobierno que se hunde en un mar de miasmas y estiércol. El proceso propuesto no solo concluiría en algo de 18 meses y nada garantizaría que finalmente Castillo se vaya o no termine heredando la Presidencia a su socia y cómplice Boluarte.

Cada día que pasa salta un nuevo escándalo, un nuevo alto funcionario es puesto en evidencia o la pus de la corrupción brota sin necesidad de que nadie apriete nada. Cada día los comunistas se muestran más violentos con  la oposición y ven la forma de dar el zarpazo. Sin embargo no estamos en el 2019. La  gran mayoría de la población está en contra de Castillo, el Tribunal Constitucional que avaló el golpe vizcarrista ya no apoya ninguna movida comunista, hay una prensa vigilante y las Fuerzas Armadas miran de reojo pero de ninguna manera cómplice.

La salida tiene dos caminos que conducen al mismo punto. O Castillo y Boluarte renuncian o son vacados por el Congreso.  Esto derivaría en un repliegue ordenado de quienes ostentan el poder conferido por la ciudadanía. Cualquier otra salida, derivada de la desesperación por perder el poder, traerá consigo días de incertidumbre y violencia. Por cierto, el Congreso tendría que recortar su mandato, el mismo que finalizaría tras nuevas Elecciones Generales y no porque lo proponga Sagasti sino porque la gran mayoría de la ciudadanía así lo quiere.

Estamos a 5 días de la presentación  de Castillo ante el Congreso para tratar de convencer lo inexplicable. Para aquellos que creen que no pasará nada, les recuerdo que estamos en el Perú, donde "llueve hacia arriba" y un genocida como Vizcarra sigue "hablando".

Cuidado con "las sorpresas" . Doña Confianza se resbaló al pisar una cáscara de plátano y hace ya buen tiempo arde en el Fuego Eterno.


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