DERRUMBES Y MAS

Tras la desgracia ocurrida en Pataz vuelve a ponerse en cuestión la informalidad en que viven muchos peruanos.  Como dice el gran Chema Salcedo, hay "una vocación suicida" que hace que vivamos en lugares peligrosos y no se diga nada. Por supuesto que las autoridades no hacen ni dicen nada pues en  esos ciudadanos están los votos que son necesarios para ofrecer "soluciones populistas".

Pataz es un ejemplo que nos recuerda cada cierto tiempo que en el Perú no hay autoridadea que hagan cumplir la ley y sobre todo promuevan leyes basadas en el sentido común, del cual hemos hablado hace poco.

En el Perú han ocurrido graves hechos que han cobrado muchas vidas y nadie ha pagado por el ello. Los fuegos artificiales en Mesa Redonda, la discoteca Utopia, la deflagración de un camión que transportaba gas en Villa El Salvador  son hechos que parecen lejanos pero que nunca dejarán de volver a producirse en otras fechas o lugares. 

¿Existe el Estado? Pareciera que fuera un holograma o una entelequia que está presente para pocos pues hay uno "paralelo" que existe para un 70% o más del Perú.

El Perú  necesita un "shock formalizador" del que alguna vez habló Hernando de Soto pero que aún ningún congresista elegido por el partido que él encabezó -Avanza País-- que lo transforme en Proyectos de Ley.  Es un imperativo transformar una realidad que cada día carcome las bases de la República.

No es posible que siga coexistiendo un Estado frágil con el narcotrafico no solo en el VRAEM o que la minería y tala informal sigan actuando impúnemente. 

Lo ocurrido en Pataz es una herida abierta que nos recuerda lo frágil de nuestras instituciones y la incapacidad generalizada entre los que se supone deben administrar el Estado con eficiencia.

Es hora de sentarnos a reflexionar cómo romper ese círculo vicioso representado en el Perú Informal, pero sobre todo actuar¡