Estamos a pocos días de iniciar el año escolar o el ciclo universitario. Millones de estudiantes de todo nivel volverán a las aulas presencialmente pero la gran mayoría no encontrará una infraestructura acorde con las necesidades del siglo XXI y por desgracia habrá quienes tengan profesores del nivel del comunista Castillo. Qué desgracia para ellos.
A la fecha se ha podido avanzar algo en la certificación a nivel universitario, sacando del mercado a muchas "universidades" que no cumplían con los requisitos mínimos, aunque con omisiones y excesos. Sin embargo aún no se logra la certificación de la calidad de la escuela ni pública ni privada, empezando con la negativa de una dirigencia magisterial politizada para rendir exámenes de evaluación.
Es cierto que no podemos hablar de una realidad única. Quienes hemos viajado a regiones alejadas hemos constatado que las carencias de la escuela pública urbana se elevan a enésima potencia en las zonas rurales. Los maestros cumplen una tarea titánica y hay quienes no cumplen con sus obligaciones de asistencia y por tanto de dictado de clases. Así mismo las responsabilidades de los gobierno regionales son obviadas destinando parte importante de los recursos para los bolsillos de la corrupción en vez de invertir en el capital humano representado en miles de niños y jóvenes.
Desgraciadamente las brechas se mantienen pese a lo hecho, lo que se constata en estos dos años de clases no presenciales. Millones de horas de clase se han perdido y aún no se tiene ni herramientas ni infraestructura digitales y aún millones de alumnos y miles de profesores no han podido superar deficiencias de conocimientos y metodologías de trabajo.
A la fecha no se sabe cuánto se avanzó en el cumplimiento de las horas de clases, asistencia y en el logro de objetivos de aprendizaje. ¿Qué decir del aprestamiento inicial?, por ejemplo.
Mucho se ha hablado de la "problemática de la educación" en diversas mesas de trabajo y foros. Sin embargo, es risible cómo ex ministros del sector se reúnen para "señalar alternativas" cuando en sus respectivas gestiones poco o nada se avanzó. Nadie duda que solucionar problemas y cubrir brechas es un imperativo. Muchos hablan de qué hacer pero pocos cómo llevar a la pŕactica lo que se plantea y sobre todo alcanzar logros siendo eficientes en el uso de recursos diversos.
Mientras tanto habrá estudiantes universitarios que lleguen a convertirse en profesionales mediocres pues no tuvieron una base sólida en las aulas escolares y menos universitarias. Millones de soles invertidos que se van "al agua" y cientos de esos "profesionales" convertidos en funcionarios públicos que no aportan nada. Ni qué decir de esos delincuentes que llegan a ocupar altos cargos públicos para robar mostrando incluso "diplomas bambas".
Podremos solucionar muchas carencias materiales pero sobre todo donde se tiene que incidir es en la formación ética y en valores sin dejar de formar integralmente a los estudiantes. Qué importante es el conocimiento de la Informática, de lenguas, del adiestramiento físico y en diferentes campos del saber.
El Perú requiere de una verdadera escuela así como el concurso de todos para formar generaciones diferentes y mejores a las que hemos tenido y esto no solo se limita al aula de clases sino sobre todo en el hogar y en la sociedad en general.
Basta de promover ideologías malsanas y de malgastar recursos en asesorías y consultorías inservibles¡
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