A lo largo de la historia ha habido delatores de toda calaña; desde aquellos que traicionaron a sus países para favorecer intereses de potencias extranjeras hasta aquellos que por razones de diferente tipo terminaron abandonando a sus compinches a cambio de incluso salvar su vida.
Hoy en día los hay y son llamados "colaboradores eficaces" y habría que ser ingenuos para pensar que lo hacen por estar arrepentidos de las fechorías pasadas. Simplemente lo que buscan es salvar su cabeza, su libertad e incluso sus bienes malhabidos con dinero sucio provenientes de los delitos cometidos junto a aquellos a quienes delatan.
Siendo así nos extraña que se hable de "una negociación" para entregar pruebas que corroboren sus acusaciones y más aún una justicia complaciente y dispuesta a "un toma y daca" asesorado por "diligentes" abogados que sabiendo la culpabilidad manifiesta de los delatores se prestan a un juego que demora e incluso podría no llevar a nada concreto. Un ejemplo palpable es el caso de muchos implicados en el caso Lava Jato que se acogieron a la mencionada figura de "la colaboración eficaz" pero que a larga ha llevado a la cárcel a muy pocos.
¿Quiénes son responsables de que los culpables no paguen sus culpas? Sin duda un Sistema Judicial que hace muy poco y varios de los "law stars" se han vuelto tales tras pasearse decenas de veces por sets de televisión y cabinas de radios y hasta el momento ni siquiera han acusado a nadie (o a muy pocos, tras años de pesquisas).
Hoy estamos de nuevo frente a gravísimas acusaciones hechas por el ciudadano Zamir Villaverde, un presunto miembro de una organización criminal, que estaría a punto de ser puesta en evidencia si éste presenta las pruebas que dice tener. No solo la Fiscalía y el Poder Judicial tendrían que obrar diligentemente sino el Congreso vacar al comunista Castillo señalado como cabecilla.
El fiscal a cargo del caso deberá trabajar 24/7 y al término de la manifestación de Villaverde conminarlo a que haga entrega de todaa las pruebas que obran en su poder y tras merituar su pertinencia y veracidad actuar de acuerdo a ley.
Sin embargo pese a la insistencia de las acusaciones, el decano de la prensa ayer en su editorial ha puesto en duda lo dicho por "el pasado" de Villaverde mas sí dió total confianza cuando la delatora Matilde Pinchi Pinchi acusó a "gil y mil" y bastó su sola palabra para destruir vidas y honras de gente honesta a la par que también llevó a la cárcel a delincuentes. Ella por supuesto hoy goza no solo de libertad sino de riquezas, sabe quién cómo fueron habidas.
Dicho esto cabe preguntarse no solo si le creemos a Zamir Villaverde sino también si creemos la conversión de un diario que sirvió de bruces a golpistas y corruptos que destruyeron la Democracia. ¿O acaso hemos olvidado sus titulares y editoriales así como las columnas de "opinión " de sus colaboradores tras el golpe vizcarrista, la algarada contra Merino de Lama y tras la ascensión del incapaz Sagasti? ¿No será que poniendo en duda las acusaciones de Villaverde estamos ante un giro de timón en este diario dizque "en aras de la gobernabilidad"?
Permítanme darle el beneficio de la duda a Viĺlaverde y mas bien dudar de quienes en el pasado sirvieron diligentemente a los causantes de la tragedia que hoy vive el Perú.
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