martes, 17 de mayo de 2022

¿SER O PARECER?

El lema de la gloriosa Escuela de Comandos del Ejército Peruano es "ser y no parecer". Clara forma de explicar que para cumplir las más arriesgadas tareas se requiere haber sido formado de la más óptima manera. Un Comando es un súper militar capaz de hacer posible lo "imposible".

De qué serviría entonces parecer si uno no es lo que quiere aparentar. Es es la lógica que se debe tener en la vida.

Todo viene al caso respecto a las recientes denuncias sobre magisters  que no pueden demostrar con solvencia si la tesis presentada para graduarse es original y elaborada por ellos. En el caso del comunista Castillo además es el hecho de no realizar correctamente un cálculo aritmético simple ("30x7=221"), no leer ni expresarse con propiedad o decir que "hay 1200 países". Ello pone en duda no solo su grado académico sino que pone en entredicho la calidad e idoneidad de la universidad otorgante del presunto grado académico.

El caso de Castillo y el de su esposa no son únicos; hay también dudas sobre los diplomados de la fiscal  Avalos, a lo que se suma los casos de otros, entre ellos el de una congresista. Ya ni qué decir del sonado caso de la congresista que no tenía "compañeros de estudios secundarios".

¿Por qué se dan estos casos? ¿Para acceder a un mejor sueldo o a un cargo inmerecido por no cumplir con requisitos mínimos? ¿O simplemente es para romper toda norma?

Para quienes hemos hecho todo tipo de esfuerzos y sacrificios para concluir nuestros estudios es una bofetada ver a estos "magísters" e incluso "doctores". Para ellos no habrá la satisfacción de haber dado el primer paso tras haber aprobado el examen de ingreso, la ilusión del primer día de clases, la satisfacción  de haber aprobado el último examen final y la sustentación  satisfactoria de nuestras tesis o la aprobación  del examen de grado. Eso jamás sabrán quienes son producto del fraude, del plagio o del chanchullo.

Los grados y títulos son otorgados "a nombre de la Nación" o sea de todos nosotros; por eso todos nos deberíamos sentir estafados cuando vemos que perfectos incapaces que no pueden expresarse de manera adecuada dicen ser "lo que no son". "Parecen pero no son".

Mucho se ha ponderado el trabajo de la SUNEDU pero acaso esta institución  ha dicho "esta boca es mía" sobre el exhuberante número  de graduados de una universidad. Ni pío. 

La Biblia habla de que "por sus frutos los conocereís". ¿Si Castillo es fruto de una universidad; qué podemos decirse ésta?

Realmente una vergüenza que se repite cada vez que este señor habla en representación  del Perú. ¿Qué nueva vergüenza nos hará pasar cuando hable en Davos? ¿Tienen la culpa solo él y sus electores? Por cierto no. Gran culpa la tiene un Congreso pasivo que no tiene el coraje de negarle la salida para que vaya a diferentes foros y eventos para hablar sandeces. 

Así estamos¡



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