Estamos a menos de cinco meses de las elecciones donde la ciudadanía optará entre miles de candidaturas que buscan ser las nuevas autoridades subnacionales que gobernarán en el periodo 2023-2026.
¿Aprenderemos esta vez y elegiremos a los mejores o volveremos a equivocarnos y se eligirá a quienes en poco tiempo serán noticia en las páginas policiales de los principales diarios?
Desde que fueron elegidos los primeros gobernadores regionales, han sido pocos (quizás contados con los dedos de las manos) los que han cumplido con las promesas hechas y tienen obras y resultados que mostrar. Ni qué decir de los alcaldes provinciales y distritales que en un número cercano a los 2200 ciudadanos incluso han sido elegidos de casualidad, para desgracia de sus pueblos.
Estas elecciones son no solo importantes por los desafíos que implican solucionar graves problemas sino porque estas elecciones serán una specie de consulta de carácter político, a través de la cual los ciudadanos se pronunciarán sobre este desgobierno incapaz y corrupto, rechazando las candidaturas cercanas al comunista Castillo.
Es por ello que la no continuidad de las cuestionadas autoridades del Sistema Electoral se convierte en un imperativo para que esta vez los resultados sean la expresión cabal de la decisión ciudadana.
Por otro lado vemos preocupados cómo saltimbanquis de la política hoy van de la mano con partidos aliados de los responsables de la peor crisis que ha sufrido el Perú en sus 200 años de existencia como República. Mucho ojo con esto. Sin embargo también veo con esperanza la participación de gente con experiencia y que conoce la problemática de sus circunscripciones como son los casos de Rafael López Aliaga en Lima Metropolitana, César Ibarra en La Victoria y Cecilia Chacón en San Borja; cada quien con diferentes retos que afrontar.
Que esta vez no nos equivoquemos. Extirpemos la corrupción y la incapacidad. Basta ya; nunca más¡
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