¿Qué se pretendía al acusar constitucionalmente, llevar a juicio y ,de hecho, condenar al ex Presidente Transitorio Manuel Merino de Lama, su ex Primer Ministro Antero Flores Araoz y el ex Ministro del Interior Gustavo Rodríguez?
Muy simple. El caviaraje cómplice del contrataque de las huestes terroristas buscaba sentar otro precedente contra cualquier intento que pretenda enfrentarse a ellos .
El motivo para acusar a los tres citados era la muerte de dos jóvenes que participaron en la algarada con la que se obligó a renunciar a Merino de Lama y como consecuencia de ello se produjo el ascenso al poder del caviar Francisco Sagasti. Sin aclarar las circunstancias en que murieron estos dos jóvenes, se pretendía indilgar la responsabilidad de ello a los tres citados.
Recordemos que en esos cinco días que duraron las protestas, un grupo de desadaptados provocó daños por millones de soles y ocasionó decenas de policías heridos. En medio de todo ello los dos muertos fueron alcanzados por disparos de "armas hechizas" muriendo en esas circunstancias. ¿Quiénes fueron los responsables? Hay suficientes indicios que probarían que fueron víctimas no del accionar policial sino de los propios violentistas; por lo que responsabilizar a los tres acusados constitucionalmente no solo era un despropósito sino un intento para evitar que los promotores de esa algarada asuman sus responsabilidades; estando claro quienes fueron ellos, vale decir entre otros , políticos vinculados a la caviarada, medios de comunicación que azuzaron a los violentistas y los financiaron y promovieron la violencia en aquellos días previos a la renuncia de Merino de Lama.
La historia ya la conocemos, los verdaderos responsables de la muerte de los dos jóvenes son aquellos que llaman al terrorismo "conflicto armado interno" y por supuesto se beneficiaron de las mencionadas muertes.
En su juramentación como Presidente Transitorio, Francisco Sagasti "rindió homenaje" a los muertos y a cuyos deudos se les otorgó jugosas indemnizaciones como las recibieron en el pasado terroristas y deudos de éstos. Esa historia ya es conocida, pero lo que nunca se esclareció fue el presunto pasado delictual de los dos muertos y las circunstancias de su participación en la algarada donde, repetimos, decenas de policías fueron heridos incluso gravemente por el accionar violentista.
Pese al señalado intento caviar, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales ha archivado la acusación sustentando esta decisión con el informe preparado por el Congresista Alejandro Cavero; decisión acertada y valiente. En tanto la caviarada y sus socios pretenden deslegitimar la razones de Cavero y la Defensoria del Pueblo se pone de lado de éstos cuando su posición debería ser en favor de las verdaderas víctimas de la algarada comunista de la que formaron parte los dos muertos.
¿Cuánta responsabilidad tendrían los dos occisos de estar vivos; a cuántos policías habrán herido antes de morir y cuándo los azuzadores, financistas y promotores de esos luctuosos sucesos serán llevados a juicio por ser los autores intelectuales y materiales no solo de la muerte de Pintado y Sotelo sino también de los heridos y de los millones de soles perdidos por la destrucción de propiedad pública y privada.
No nos dejemos engañar por la "historia" contada por la caviarada y sus socios.
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