Pocos habían escuchado sobre Locumba hasta aquel mediodía del 29 de octubre del 2000. Esa tranquila localidad tacneña de pronto cobró notoriedad tras la llamada de un desconocido comandante del Ejército a Radioprogramas del Perú.
En horas de la madrugada de aquel día el comandante Ollanta Humala a sazón jefe de Grupo de la Batería Antiaérea 501 perteneciente al Fuerte Arica con sede en Ite partió con un grupo de soldados con el pretexto de realizar una marcha de campaña. Al poco tiempo su hermano, el Mayor EP Antauro Humala se le unió y llegando a Locumba anunciaron en la plaza principal "sus verdaderas intenciones" o sea rebelarse contra el gobierno de Fujimori y exigir su inmediata salida y la formación de un gobierno provisional.
Alberto Fujimori había sido reelecto para el periodo 2000-2005 en medio de endebles cuestionamientos sobre la legalidad y legitimidad de las elecciones y de las circunstancias que las rodearon. A pocos días de asumir el mando, el 14 setiembre fue hecho público un video que confirmaba "la compra de adhesiones" de congresistas y tras ello el 16 de noviembre el Presidente Fujimori anunció el acortamiento de su mandato y la convocatoria de nuevas elecciones.
Es en ese escenario que surge este levantamiento dizque restaurador y al que luego se le llamó "Locumbazo", el mismo que terminó poco tiempo después tras la renuncia de Fujimori el 19 de noviembre. Esta renuncia no fue aceptada por el Congreso quien el 21 de noviembre lo vacó por incapacidad moral. Tras ello y las renuncias de los dos vicepresidentes se produjo la ascensión de Valentín Paniagua como Presidente Provisional en su calidad de Presidente del Congreso.
Los Humala se mantuvieron en rebeldía hasta el 10 de diciembre fecha en que se "entregaron" a la justicia militar siendo acusados de sedición, rebelión e insulto al superior. El jurista Javier Valle Riestra se hizo cargo de su defensa y solicitó amnistía, la misma que fue defendida por el entonces congresista Fernan Altuve, siendo uno de los que votó a favor de que fuera otorgada el 21 de diciembre de ese mismo año a todos los que participaron en esa asonada; algo que podría llamarse en forma "express".
Ollanta fue reincorporado al servicio activo y enviado como agregado militar a Corea del Sur y Antauro volvió a levantarse el 1 de enero del 2005 , esta vez sangrientamente, contra el gobierno de Alejandro Toledo por lo cual aún paga una sentencia de carcelería.
La participación de Ollanta Humala en el Locumbazo duró tres días en tanto que la de Antauro duró algunos días más. Fue casi un "picnic" donde no se disparó un solo tiro pero que "aparentemrnte" gatilló la renuncia de Fujimori.
Tiempo después surgirían dudas sobre las verdaderas motivaciones del Locumbazo pues el mismo 29 de octubre el asesor en Inteligencia Vladimiro Montesinos se fugó en un velero llegando a Venezuela. El propio Montesinos diría luego que el Locumbazo fue una "cortina de humo" que le permitió una segunda fuga. Llamadas desde el celular de Montesinos al Fuerte Arica serían indicios de que algo raro habría pasado aquel 29 de noviembre del 2000.
Fujimori cayó por un video que mostraba fehacientemente lo que se suponía, vale decir actos ilícitos para formar una mayoría congresal. Junto con ello hubo serias acusaciones e indicios de fraude en las elecciones que concluyeron con el triunfo de Fujimori así como acusaciones de corrupción en los diez años que duró el periodo de gobierno del Presidente Fujimori.
Todo ello fue razón para que los Humala "se levantaran" en Locumba, como se ha señalado, y exigieran la salida inmediata de Fujimori sin esperar el proceso de salida que había señalado Fujimoti la noche del 19 de noviembre y que concluía en julio del 2001.
¿Cuánto de parecido podría haber entre lo ocurrido hace 22 años y lo que sucede hoy en día, con la gran diferencia que en estos 11 meses de gobierno del comunista Castillo surgen diariamente nuevos indicios de corrupción los que son puestos al descubierto por la prensa libre, con la inacción del Congreso y la tardía reacción de la Fiscalía de la Nación que ha iniciado -por primera vez en la Historia- una investigación contra el como presunto cabecilla de una organización criminal, en donde estarían involucrados sobrinos, amigos cercanos y altos "funcionarios" de este régimen.
Todo ello viene a razón debido a voces que piden otra salida restauradora al margen de lo Constitucional debido a la imposibilidad de que una mayoría calificada de 87 votos vaque a Castillo pues habría un grupo de congresistas "niños y no tan niños" que bloquean cualquier posibilidad de que así sea. Cabe señalar que el Presidente Fujimori fue vacado en el 2000 solo por mayoría simple (mitad más uno).
¿Tendremos otros "Humala" que terminen detonando una situación sostenible solo por movidas nada santas? ¿Tendremos otro Valle Riestra que defienda a un Comandante y un Congreso que lo amnistie y todo ello termine siendo el inicio de su camino a Palacio de Gobierno como ocurrió en el 2011?
Ninguna circunstancia histórica es igual a otra y menos los resultados son los mismos. Las Fuerzas Armadas no son deliberantes y están sujetas a lo que determina la Constitución pero, ¿qué deberían decir frente a un escenario que colisiona con la propia Constitición en medio de un desgobierno que cada día hiede peor? ¿O es que la complicidad y cobardía finalmente imperarán y el Perú terminará yéndose al infierno comunista?
¿Acaso en un país de paradojas, una paradoja termine por salvar al Perú o sea una salida no prevista en la Constitución termine salvaguardando el Orden Democrático Constitucional amenazado por la corrupción y la incapacidad?
Bien informado, parece escrito por un Búho
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