martes, 21 de febrero de 2023

¿CUÁL ES LA SALIDA?

 


Leía a Santiago Carranza-Vélez y no le falta razón. Los demócratas debemos prepararnos para ganar las próximas elecciones que se  realicen en el momento que sea, más allá de "chalequear" o no a la actual Presidente. Es más, pareciera que vivimos un segundo capítulo del castillismo y no que estemos en una etapa de transición y recuperación democrática. 

No obstante pareciera inevitable que Boluarte siga en Palacio de Gobierno (hasta el 2024 por lo menos) ahora que el calor pareciera haber apagado los  últimos intentos violentistas de crear caos y muerte en Lima y la algarada en el Sur se extingue (salvo en la región Puno en la que los aymaras amenazan con "una guerra civil) ante la necesidad de nuestros compatriotas de tener que trabajar para poder comer. Pero no dejemos de poner atención a las aparentes discrepancias entre Boluarte y su Primer Ministro. Lo que no pudieron los subversivos podría venir del frente interno. 

Pese a todo, las cuatro exigencias que enarbolan los subversivos han quedado avasalladas  por la realidad que se refleja en el sentir mayoritario de la ciudadanía, por más que alguna "encuesta" muestre porcentajes salidos de su imaginación. Incluso ni la salida (renuncia o vacancia) de la Presidente Baluarte se daría en el corto plazo (aunque no se descarta; estamos en el Perú). Menos aún la libertad del ladrón y hoy ya acusado constitucionalmente como tampoco un ilegal cierre del Congreso y una Asamblea Constituyente cuya "hija" (nueva Constitución) no está en los planes de nadie (excepto de los comunistas y sus cómplices).

Sin embargo, pese a lo dicho, como bien señala Francisco Calisto (Correo, 19 de febrero del presente) el camino tampoco es el diálogo entre el Gobierno y "los partidos políticos" sino veamos el sainete armado en el patio de Palacio de Gobierno cuyo personajillo "principal" fue un oscuro e incapaz ex gobernador regional del Cusco que aprovechó unos minutos de cámaras para lanzar un manifiesto salido de algún capítulo de Los Tres Chiflados". Ni su "líder", el inefable Popy Olivera estuvo presente.

La Presidente Boluarte tiene que poner orden y dar seguridad sino cualquier dicho optimista del Ministro de Economía será solo eso, "un buen deseo". Ya unos primeros pasos se han dado en Madre de Dios y Puno pero todo será insuficientes sino se extirpa de raíz la subversión terrorista y se ponga "en la sombra" a los cabecillas, algunos de los cuales se habrían fugado a Bolivia como menciona el semanario Hildebrandt en sus Trece en su última edición. 

Hoy la derrota que infrinjamos al terrorismo no debe ser solo militar. No repitamos el error del pasado; al terrorismo hay que derrotarlo política e ideológicamente y por supuesto se debe fumigar el Estado y sus Instituciones.

Estamos a cinco meses de cambiar la Mesa Directiva del Congreso; ¿será oportuno hacerlo o las fuerzas democráticas deberán deponer legitimas ambiciones y renovarse el mandato a la actual? Creemos que ese es el camino y ello debe ir acompañado del inicio de una ronda de diálogo de cara a una candidatura unitaria de consenso, en la cual no solo deben participar solo los partidos políticos sino los colectivos y legiones surgidas en la lucha por la Democracia a lo largo de estos 20 meses  El objetivo debe ser ése y no "tomar té con galletas" (Calisto dixit).


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