Aún a sus 76 años Roberto Carlos Chale Olarte sigue siendo el "Niño Terrible" que apareció en las pistas de Barrios Altos y tras mudarse a Magdalena del Mar deslumbró en el Oratorio Salesiano, tras lo cual debutó profesionalmente en 1965 en ese gran semillero que fue el Club Centro Iqueño al mando del recordado doctor Alfredo Swayne.
Se caracterizó por su cerebral toque y su desenfado para jugar en cualquier terreno como si fuera una "pichanguita" más. Ese era Chale, que fue conocido por el Perú y América cuando fue contratado por el Más Grande, Universitario de Deportes por el gran Miguel Pellny en 1966.
Los argentinos lo sufrieron no solo en ese recordado 2-2 en la Bombonera sino en los dos partidos contra River y Racing en 1967 (triunfos de visita y en 48 horas). Jornadas épicas por las cuales me hice hincha de Universitario (Y Dale U).
Tras el mundial de México (1970) Chale sorprendió a todos firmando por el Atletico Defensor Lima, fugaz millonario del fútbol gracias al aporte del magnate Luis Banchero Rossi. Con Chale llegaron medio equipo titular de Universitario, jugadores del Boys y de otros equipos.
Chale también jugó en el Boys, Cristal, la Católica de Quito, Municipal y tuvo dos pasos más en el club que lo lanzó alza fama en 1977 y en 1980, temporada en los que colgó los chimpunes.
Fue tricampeón con la U (1966, 1967 y 1969) y en 1973 con el Defensor Lima.
El Niño Terrible o el Maestro Chale no solo brilló como jugador sino como entrenador, caso poco común; debutando en 1981 con el CNI, habiendo sido entrenador de "los compadres" (Universirario y Alianza Lima) y en la selección nacional en 1985 cuando estuvo a 9 minutos de clasificar al mundial México86. Fue bicampeón nacional con la U (1999 y 2000) y en la segunda con Defensor Lima (1988). Dejó el buzo de técnico con la U en el 2017.
Los que peinamos canas recordamos sus jornadas de gloria, de las cuales supimos por Ovación y La Tercera; sus destempladas declaraciones y sus irresponsabilidades, por que no decirlo. Sin embargo los aficionados (sobre todo hinchas) le perdonamos todo y recordamos sus choques contra el compadre, sus días de gloria con la crema y la camiseta nacional (48 partidos de los cuales 4 fueron el mundial de Mexico70, 4 goles incluyendo un gol mundialista contra Marruecos).
Junto con La Saeta Rubia Toto Terry quizás sean los palomillas más grandes del fútbol peruano. Dos "alpinchistas" que tuvieron que contar algo grande a sus nietos. Cómo no recordar su mediático matrimonio con Lucía Simic en 1970 en la Basílica de María Auxiliadora y el nacimiento de su hijo Roberto, al cual Última Hora se refirió con titular, "Chale tuvo su Chalecito".
Alianza se precia de su trío Cubillas, Cueto y Velázquez; pero a la U le bastó un dúo, Chale y el Colorado Cruzado y la selección peruano tuvo en la dupla oratoriana Chale y Mifflin un portento de fútbol.
Hoy Chale juega el partido más importante de su vida en el Hospital Rebabliatti y no lo puede perder. Toda la afición lo alienta desde las tribunas de la vida. Maestro, póngale "la número 5 a la pelona" como se la pusiste al argentino Rulli el 31 de agosto de 1969 al finalizar el primer tiempo de aquel partido en la mítica Bombonera que nos clasificó a Mexico70.
Grande Maestro Roberto Chale Olarte¡ En nuestra memoria siempre está su figura de "Niño Terrible", de pelo desordenado, mirada pícara, camiseta fuera del pantalón y medias caídas; luego ya ídolo se le veía más "producido" (anticipándose a lo que luego fue CR7) y al finalizar su carrera, llevó un fino bigote (ver foto al lado de otro grande, Germán Cocoliche Leguía Drago).
Roberto Chale no tuvo "un millón de amigos" pero sí millones de hincha.
No te vayas Maestro¡
Es como si un familiar haya fallecido. Hace muy poco (minutos) me llamó mi hermana llorando. Es que Roberto Challe era como de la familia... Descansa en Paz... Maestro.
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