Durante años hemos sido testigos de la persecución contra quienes defendieron a la Patria en sus horas más aciagas. Cientos de militares y policias han sido perseguidos por una camorra que valiéndose de sus oeneges derechohumanoides han cumplido el rol en una bien estructurada organización que a través de su accionar hoy la vemos resurgir.
En medio de una algarada subversiva llevada a cabo por fachadas de diverso tipo y en diversas regiones, policias y militares han vuelto a enfrentarlas con la respuesta cómplice y cobarde de quienes hablan de "protestas sociales" y acusan de una respuesta "abusiva" del Estado.
Ya la Fiscalía ha tomado en sus manos esas acusaciones en vez de arrojarlas por el inodoro. Estamos en medio del accionar terrorista y las Fuerzas del Orden tienen que actuar con mano inflexible. Es una desgracia que la presidente Boluarte no entienda que no solo ya debe haber dado la orden de aniquilar a la subversión terrorista sino respaldar el accionar de las Instituciones que por mandato constitucional tienen la misión de velar por el Orden y Seguridad de la Patria.
Es lamentablemente también que el Sistema Judicial aún no actúe con la celeridad y eficiencia para hacer que los terroristas paguen de una vez por todas sus responsabilidades. Escasos son los casos en los que la Fiscalia ha actuado. Basta ya de que la Justicia proteja a los enemigos de la Patria y por el contrario sea célere para acusar a nuestros militares policías con la complacencia y aplauso del caviaraje.
Ni qué decir de la injusta carcelería que sufre el Presidente Alberto Fujimori, dizque por delitos "contra los derechos humanos". Sin prueba válida alguna, el caviaraje creó y apeló a teorías y a periodicazos para condenar al Presidente que pacificó el Perú. Sin embargo cientos de feroces asesinos fueron indultados o su condena fue aminorado por lo cual hoy gozan de libertad terroristas como Martha Huatay, Maritza Garrido Lecca, Peter Cárdenas y tantos otros; "gracias" a gente que ha hecho un negocio de esto. Un caso emblemático ha sido -hace pocos días- la condena del General Fernández Dávila y los coroneles O'Connor y García luego de 40 años de un supuesto delito. Otros casos emblemáticos son la persecución de los Comandos Chavín de Huántar, el juicio a los marinos que debelaron el motín en la isla El Frontón y los casos humanitarios del General Rivero Lazo y del Genersl Hermoza Ríos que siguen presos pese a su mal estado de salud.
Hoy instancias del Estado como la Defensoría del Pueblo y diversas oeneges siguen cumpliendo el abominable papel de "tontos útiles" y asolapados cómplices de la subversión como sucedió en los años 80s. Basta ya¡ Ni un militar ni policía debe ser perseguido por defender la Patria y la Democracia. Bien lo dijo ayer el Jefe del CCFFAA el general Gómez de la Torre, nadie debe tocar a un militar ni a un policía en el cumplimiento de su deber.
Están notificados los enemigos del Perú.
NO SON TONTOS SON VIVOS Y NEGOCIANTES... ESA ES LA VERAD
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