EL PERU ESTA DE LUTO

 

Hoy el Perú llora a sus Mártires. Siete policías han sido asesinados mientras cumplían con su deber. Han caído a manos de una gavilla de terroristas quienes fueron los autores de los disparos que cegaron la vida de estos peruanos pero hay otros culpables empezando de una Presidente que con su incapacidad y sospechosa inmovilidad ha permitido que las hordas terroristas actúen impunemente asesinando y destruyendo nuestra Patria.  Son culpables también los altos mandos que cobardemente permiten que nuestros policías y militares sea agredidos y no respondan con la contundencia que amerita la situación. 

Son cómplices de todo lo que pasa los congresistas que hoy disfrutan un día de playa y no se constituyen en el Palacio Legislativo para dar un ultimátum a una quejumbrosa Presidente para que ordene a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional que exterminen a los terroristas hasta eliminar cualquier vestigio.

Muchos aplaudimos a la Fiscal de la Nación en su labor para combatir al ladrón Castillo y a sus cómplices pero finalmente cuáles son los resultados a la fecha y qué ha hecho para acusar a los cabecillas, financistas, cómplices, promotores y operadores de la algarada terrorista. Bien dice mi amigo Lancelot que todo ha sido un bluff con cero resultados concretos. 

A todos los citados, hay que señalar también la cobardía de muchos (intelectuales, gremios empresariales, periodistas y otros) que callan y prefieren agachar la cabeza esperando que el terrorismo no los asesine. Justo hoy recordábamos al valiente Julio Favre quien junto a otros empresarios enfrentaron con firmeza al terrorismo. Hoy falta gente como ellos, con agallas, con testosterona.

Y si hay más a quienes señalar, éstos son ciertos miembros de la Jerarquía de la Iglesia Católica (Castillo, Barreto, Cabrejos) quienes siguen obrando como tontos útiles del terrorismo. Los líderes políticos aún no se pronuncian convocando a la ciudadanía para salir a exigir con un sonoro BASTA YA. PENA DE MUERTE para los malditos terroristas. Hoy el mensaje que debemos escuchar es el del Antiguo Testamento: OJO POR OJO; DIENTE POR DIENTE.

Hoy debe ser un punto de inflexión en el combate contra el terrorismo. Las muertes de los siete valerosos policías no puede seguir siendo consecuencia de la cobardía o complicidad de quienes desde el Estado son RESPONSABLES de la pérdida de estas vidas. Que se largue ya la Defensora del Pueblo y aquellas oeneges proterroristas sean proscritas junto con todo atisbo de comunismo genocida.

Presidente Boluarte dé la orden de aniquilar a los terroristas o váyase a su casa¡