DECISIONES...

 

Así cantaba Rubén Blades y con la sabiduría de las cosas simples nos recordaba que alguien pierde, alguien gana; cada día.

En 1980 con la incapacidad y la mano débil de Belaúnde el Perú inició el camino de la destrucción  y muerte.

"Son abigeos" dijo el entonces Presidente. La demora para tomar decisiones nos costó miles de muertos, miles de millones en pérdidas materiales y casi doce años perdidos. El costo de oportunidad nunca se ha mensurado.

Hoy estamos en similares situación que en 1980 con el agravante de la existencia de un lumpen financiado por actividades ilegales. Por cierto no son "rezagos" sino el propio sendero luminoso que ha revivido (con otras fachadas).

No hablemos de narcoterrorismo sino de terrorismo a secas; financiado de una u otra forma por el narcotráfico; al que la actual Presidente Boluarte se niega a enfrentar con todo, cueste lo que cueste.

Las decisiones de las que hablaba Blades no se toman. A Boluarte le cuesta llamarlos tal cual son, o sea terroristas. ¿A qué se deberá? ¿Temor o asolapada complicidad?

Es hora que de una vez por todas enfrente "al toro por las astas". No puede seguir en modo lloroso pidiendo "perdón" a los subversivos ni menos mandando a nuestros militares y policías sin una orden concluyente: acaben con la subversión comunista.

No hacerlo solo nos traerá consecuencias gravísimas para nuestra Patria. La única forma de acabar con la posibilidad de ser un país inviable es con mano firme. 

Dé la orden Presidente Boluarte y deje en manos de las Fuerzas del Orden la tarea de pacificar el Perú. Ellos saben cómo hacerlo. Ya lo demostraron en los 80s y 90s.