EL CHINITO

 

Ayer la afamada sanguchería El Chinito cumplió 65 años deleitando a una numerosa clientela que venciendo algunos miedos e incomodidades van a su local ubicado en el céntrico jirón Zepita, esquina con Jirón Chancay.

Soy cliente de El Chinito desde hace al menos 40 años cuando trabajaba en el Centro. No era ni es un lugar confortable pero la calidad de sus sanguches es innegable lo que va acompañada de una cantidad más que suficiente y precios competitivos.

Destaca su famoso sanguche "con todo" Chicharrón, jamón, lomito ahumado  y otros) servido por generosas manos, acompañado por su café o gaseosa de preferencia. 

El Chinito gracias a un proceso de crecimiento empresarial hoy ofrece con calidad similar en otros locales ubicados en diferentes distritos como Barranco, Lince, Surco, Miraflores, Surquillo, Jesús María, La Molina y aún en el propio Centro, en un local donde estuvo el recordado Don Juan y otro a pocos metros en plena Plaza de Armas. En total son doce locales.

No sé si los diversos locales pertenezcan a la misma empresa o existen como franquicias pero más allá de ello creo que para "ir al Chinito" hay que ir a su primer local en Jirón Zepita y para que algunos regresen es necesario que se mejore el ornato y seguridad en sus alrededores, lo que no mejora por la inacción de muchas instituciones.

El Chinito es resultado del esfuerzo y sacrificio de Don Félix Yong y sus trabajadores que han hecho de este local un rincón recomendado de la gastronomía, un lugar al que algunos han bautizado como "La Catedral del Chicharrón".

El solo hecho de haber llegado a los 65 años es un gran mérito, pues ha tenido que sortear crisis económica, las consecuencias del terrorismo, la pandemia y como dijimos la inacción de las autoridades.

Por ello saludamos y felicitamos con gran satisfacción la continuidad y éxito de El Chinito, el que ha sido motivo para que otros empresarios sigan sus pasos y compitan en este sector de la gastronomía. Al respecto es menester decir que muchos lo han imitado, incluso afamados chefs han intentado conocer "los secretos de su sabor", pero hay algo que quizás nunca podrán imitar o igualar; ello es la pasión con la que ha trabajado estos 65 años, transformando toneladas de carne de cerdo en felicidad al degustar sus sanguches.

Éxitos Don Félix!!