En 1973, en pleno Septenato, cel Perú iba a disputar contra Chile su acceso al Mundial de Alemania y ya en el torneo local destacaba nítidamente el gran arquero argentino Humberto Horacio HH Ballesteros; a quien se nacionalizó con el fin de cubrir un puesto en la selección que estaba en "déficit".
Sin embargo Juan Velasco, el dictador de entonces autodenominado "nacionalista", no autorizó que Ballesteros representara al Perú. Los resultados se dieron tal como estaban previstos, siendo el Perú eliminado con una mala actuación del arquero Uribe y el poco compromiso de algunos, entre ellos el Nene Cubillas.
Esto es poco recordado, incluso por quienes tienen edad para recordarlo, incluyendo también por aquellos "fans" del gobierno socialistoide de Velasco, que "gracias" a su desastroso gobierno promovió uno de los primeros grandes éxodos de peruanos, sobre todo de empresarios y profesionales, siendo destinos principales USA y Venezuela.
Hoy en día el éxodo sigue y también la falsa nacionalización de futbolistas para facilitar que jueguen sin ocupar plazas de extranjeros, cuando lo que debería hacerse es darle esa facilidad sin que ello implique otorgar la nacionalidad peruana; algo que se ha convertido en un chiste de mal gusto. Sino recordemos cómo el colombiano Kevin Serna fue "nacionalizado" pero ni bien se fue a jugar a Brasil ahora figura como colombiano. ¿Valió o no ese proceso de nacionalización"?
Sin embargo hay otros casos, que algunos critican, como son los de los jugadores con raíces peruanas (maternas o paternas) pero nacidos en otros países como Lapadula (Italia), Sonne (Dinamarca), Burlamaqui (España), Noriega (Japón) o Gruber (Alemania) que juegan por la Selección tras un proceso de reconocimiento de su nacionalidad peruana.
Ellos son producto de otros éxodos ya no solo a países como USA, Chile y Argentina sino a países europeos en incluso Japón. Muchos peruanos escaparon de la crisis de los 80's y del terrorismo y hoy incluso adoptaron otras nacionalidades; pero pese a ello, por lógica conveniencia, algunos gestionaron el reconocimiento de sus descendientes.
Este proceso es válido pero cuántos de esos jugadores sienten al Perú como "su tierra" y tienen un genuino compromiso con sus objetivos. A ellos no vamos a exigirle ello pero si el compromiso profesional, algo que ha demostrado, por ejemplo, Gruber en su primer partido como "peruano".
Pero más allá de estas consideraciones de índole deportiva, lo que sí criticamos es el poco compromiso de muchos migrantes con la patria que los vió nacer.; pese a incluso tener dos representantes ("de peruanos en el exterior"). Cabe señalar que ni el 30% acude a votar arguyendo diversas razones. A ellos poco o nada les interesa nuestro destino y es por ello que debería contemplarse retirarles el derecho de votar y más aún el de tener representantes. Todo "su amor al Perú" se reduce a lagrimear cada vez que añoran y cantan "Contigo Perú" y cuando van vestidos adefesieramente "como Incas" a ver a jugar a nuestra selección en Rusia, USA o Qatar.
Ojalá que los más de un millón de peruanos inscritos en el Padrón Electoral y que viven en el exterior vayan a votar masivamente este 2026 y no solo sea el 30% los que lo hagan como en el 2021, con cuya abstención permitieron el "triunfo" fraudulento del filosenderista Castillo.
Ojalá que esos peruanos entiendan que tienen una responsabilidad con el Perú. Si bien es posible que ya nada los ligue con nuestra Patria pero si quizás vía sus familiares y amigos y el destino de éstos
Finalmente veamos si esos futbolistas "nacionalizados" cumplan "de verdad y no de mentirita" con la Patria que los acoge.
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