Durante los últimos tres años de la Secundaria - en las oraciones diarias al finalizar el día de estudio - escuché a Pepe Zegarra, hoy sacerdote Salesiano, hablar sobre la importancia de elaborar un Plan de Vida.
Era tan insistente en ello que para muchos era repititivo y hasta poco importante. Cuan equivocados estaban aquellos que pensaban ello.
Un Plan de Vida es tan importante como un plan de viaje para un piloto de avión o de barco. Sin él nuestra vida podría no tener rumbo ni menos objetivos que nos enrumbarán a buen puerto.
Cada día la vida es más competitiva y es por ello que tenemos que ante todo formarnos en valores, capacitarnos y dotarnos de las armas que requeriremos para enfrentar el largo camino que representa nuestra vida futura.
Sin embargo, siendo todo ello importante, sin Fe y una sólida formación moral en el hogar y en la escuela nada nos asegura una vida exitosa no sólo en lo material sino sobre todo integral.
Cuan importante entonces se convierte la lucha contra agendas aberrantes y en favor de un mundo con Valores, en defensa de la Vida, de la Familia y del Orden Natural.
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