La leyenda urbana dice que un audaz empresario de origen suizo (Schuller de la Granja Azul) inventó el horno para hacer el Pollo a la Brasa y es el responsable de que está delicia sea quizás uno de los platos que más se consumen en nuestra gastronomía junto con el Ceviche, Lomo Saltado y el Arroz Chaufa, aunque este último parece haberse aliado al Pollo a la Brasa para acompañarlo y hacer de ese dúo dinámico, un poderoso plato. Otros dicen que los iniciadores de este feliz invento fueron los dueños del Super Gordo, que quedaba en la Plaza Manco Capac.
El Pollo a la Brasa es consumido en todas las clases sociales, con exuberantes ensaladas y aliños de primera o en forma más humilde con tan sólo una ensalada de lechuga, más lechuga y algunos trozos de tomates. Eso sí, el pobre y el rico lo come con abundantes papas fritas; el primero con esas que vienen congeladas y el segundo con papas amarillas o nativas.
La forma de preparación es realmente el secreto muy bien guardado de las mejores cadenas de pollerías como el Mediterráneo, El Corralito, Villa Chicken, Norkys o Rockys o de otras menos masivas pero igual de buenas como el Hilton, a la que el gran Pocho Rospigliosi dedicaba una frase que la hizo famosa, "Pollos Hilton, qué placer". Los ingredientes con que se aliñan los pollos son la salsa de soya, pimienta, comino, jugo de limón u de otra fruta, canela china, sal y otros aún desconocidos.
Pará hacer el Pollo a la Brasa se requiere ese horno que mencionamos al inicio. Tiene movimientos de rotación y traslación, lo que permite una cocción pareja que deja dorados los pollos por fuera y jugosos y tiernos por fuera. No es un plato que se puede hacer en casa por lo que las pollerías no tienen competencia casera.
El Pollo a la Brasa se sirve en cuartos (sea pechuga o pierna con encuentro), aunque pocos consumen mayor cantidad pero sí menos cuando faltan recursos (un octavo).
Mañana es el Día del Pollo a la Brasa, orgullo de nuestra gastronomía aunque tiene antecedentes en el Pollo al Spiedo estadounidense que incluso se vendía en la Casa del Pueblo.
Entonces mañana la voz será "un cuarto con papas y ensalada, todas las cremas y su Inca Kola bien helada". Y si la casa es generosa, invitará su Aguadito, del cual hablaremos otro día.
Buen provecho!
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