miércoles, 3 de julio de 2019
HACE 19 AÑOS
Hace 19 años tuve el honor, no diré inmerecido porque creo haber tenido méritos para ello, de ser llamado por el entonces electo Congresista, el Doctor Pablo Macera para que sea su asesor.
Tremenda responsabilidad que asumí con lealtad y dedicación. Desafortunadamente el mandato sólo duró un año, por las razones ya conocidas.
Lo he dicho muchas veces. Fue una gran experiencia compartir el día a día con un gran hombre. Un grande intelectualmente y como persona, sencillo y siempre atento a lo que podía sugerirle.
El papel congresal de un asesor es a tiempo completo y requiere ante todo identificación. Lamentablemente no pasa ello en muchos casos. No sólo hay saltimbanquis en los escaños sino en el mismo Congreso. Algunos han sido "apristas, popitoledistas, humalistas, ppkausas, hoy vizcarristas y un poco antes fujimoristas".
La culpa la tiene quienes "confían" en ellos, sin duda alguna. Pero no todo es censurable. Los hay quienes, por ejemplo, han acompañado leal y eficientemente a Luz Salgado, por citar un caso.
De mi paso por el Congreso, no volví a ser considerado para cumplir funciones similares a las que desempeñé, guardo los mejores recuerdos. Me autoimpuse un horario que empezaba a las 6:30 am y muchas veces terminaba pasada la medianoche los días de Pleno. No me perdía una sesión donde en vivo veía los debates y por supuesto las lúcidas intervenciones del Doctor Macera, las defensas muy bien expuestas de Martha Chávez, las participaciones de Francisco Tudela, Luz Salgado, el finado Saravá y de otros más.
En el trabajo diario conocí a cuatro dialectos amigos con quienes a pesar del paso de los, años nos seguimos comunicando. Ellos siempre solidarios y con muestras sobradas de amistad.
Ellos son: quien fue el entonces Oficial Mayor José Cevadco Piedra; mi hermana, entonces promisoria Congresista Elsa Vega Fernández; mi brother César Ibarra Nureña, entonces Asesor de un joven y capaz Congresista Joaquín Ormeño Malone y el funcionario parlamentario Percy Aylas Avila.
Todos grandes personas a quienes agradezco infinítamente por su amistad.
Qué pena que no recuerde otros nombres de gente con quien me encuentro aún e intercambiamos afectos.
El Congreso de la República es el Primer Poder del Estado, que representa a la Sociedad. Lástima que algunos no lo honren y exista una campaña que busque su cierre con fines "nada santos". Alguna vez fue mi casa; ojalá que lo vuelva a ser.
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