jueves, 11 de julio de 2019

LUCIANO REVOREDO

Conocí a Luciano Revoredo hará seis años gracias a una feliz coincidencia. Opinábamos en forma similar en las redes sociales en temas principistas como la defensa de la Fe Católica, los Valores y el Orden Natural y en otros coyunturales como los políticos.
Aprendí de él su rigurosidad al exponer razones y en su  firmeza y lealtad cuando había que mostrar ello.

Coincidimos en la idea de fundar un medio de opinión Conservador y de Derecha, donde se expusiera con altura propuestas firmes y de una sola línea con la diversidad que lo permite. Nada de "arroces con mango" que defiendan la Vida y la muerte de inocentes a la vez , por mencionar algo. De esa idea nació La Abeja, Portal de Opinión que se ha ganado a pulso un espacio teniendo a Luciano Revoredo como su Director y en donde colaboro semanalmente.

Luciano es el prototipo del hombre políticamente "incorrecto" para algunos que defienden agendas perversas. Es un defensor sin embages de la Fe y los Valores, con principios firmes, los que aprendió desde su juventud.

Sé de su lealtad con su posición política. Acompañó a la lideresa Keiko Fujimori hasta los últimos momentos que permaneció en Palacio de Gobierno.

Revoredo participa en política desde muy joven cuando arrebató la representación  al comunismo siendo alumno en la Universidad Católica, bueno cuando lo era.

Luciano es un buen orador, sin pecar de grandilocuencias. Es sereno y reflexivo. Dios quiera que pueda ocupar en el 2021 un escaño en representación de un importante sector de la población.

Gran conocedor del quehacer cultural, es reconocido y respetado entre quienes participan en este mundo intelectual. Luciano es también aficionado a la Tauromaquia, gran amante de la música criolla y eximio en el Vals Criollo en donde hace pareja con su amada esposa, nuestra respetada amiga Fátima, con quien forma una gran familia bendecida por sus queridos hijos.

Debo decir que tengo el honor de participar en las reuniones que realiza en su hogar, sea en Día de Santa Rosa, previa a la Navidad y otras donde reina la amistad, la sana alegría y el Pisco de la mejor calidad, todo en la justa medida.

En suma, me honra el ser su amigo, lo que siempre he percibido en sus numerosas muestras de generosidad y simpatía personal.

Dios guíe los pasos de mi amigo Luciano y bendiga sus actos.


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