jueves, 18 de julio de 2019
HAN PASADO LOS AÑOS
La televisión llegó a muchas regiones recién a mediados de los 70s y quizás para bien
Ello sin embargo no implicó ni ignorancia ni mucho menos desinformación.
La gente vivía pendiente de la radio, de la onda corta y el que podía y quería compraba revistas que llegaban desde Lima por correo o en encomiendas como era el caso de los padres de mis amigas Lu y Chema.
Ellos recibían Visión, Selecciones y también cómics de todo tipo, desde Pepita y Lorenzo hasta Héroes de la Mitología, todo distribuido por la Editorial Novaro.
Pero como la cultura y el entretenimiento hay que compartirlos, Lu y Chema establecieron un sistema de préstamos de estas revistas y de libros a módicas sumas. Lo bueno es que la gente leía, se entretenía y culturizaba y por supuesto que devolvía los ejemplares. También se daba servicio que hoy llamamos "delivery" con apoyo de dos pequeños amigos, Fermín Cesar y Domingo.
Pasó el tiempo y la televisión llegó a Abancay y ellas ya tenía uno moderno. Junto con el préstamo de los libros, en ese entonces invitaban a sus vecinos a ver los programas. Su sala se convirtió en casi un cine y punto de reunión de muchos niños de la época.
Así era antes. Hoy la gente lee diarios, revistas y noticias, ve Netflix, escucha música de Spotify y ve YouTube en su celular y no comparte esos momentos con nadie! ¿Avance? ¿Modernidad?
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Me recuerda mi niñez en Abancay, pues yo tenía un televisor de 24" blanco y negro, con una consola y con sus 4 patas, y a las 6 de la tarde aproximadamente, nos reuníamos en casa con mis amigos del barrio, para disfrutar de la serie de Ultra Siete con Dan Moroboshi, como nos salvaba de las invasiones extraterrestres.
ResponderBorrarSaludos José