El día de ayer el Pleno del Congreso rechazó abrumadoramente la admisión al debate de la moción de vacancia por incapacidad moral de la Presidente Boluarte. Argumentos de los más variados por parte de 64 congresistas que esgrimieron una tesis en común, que "era necesario darle estabilidad al gobierno".
¿Será ello la principal razón o es que un Congreso totalmente desprestigiado pretende llegar al 2026 abrazado a un gobierno que en cuatro meses no ha hecho nada?
He leído también que "no hay que hacerle cargamontón al Congreso" como si fuera necesario que se hiciera tal para que éste (sus congresistas actuales) se debatan en medio del descrédito. Acaso podría alguien dar razones suficientes que permitan siquiera nombrar trece congresistas que hayan destacado. Más fácil sería que un camello entre por el ojo de una aguja.
Desgraciádamente esto no solo atañe a quienes forman parte de él en este periodo constitucional. El Congreso, sus normas y procedimientos son parte de un momento que no responde a las necesidades de la hora actual. Es una tortuga con artritis que simplemente debe reformarse, algo que la mayoría de la ciudadanía concuerda pero los propios congresistas no hacen nada para cambiar el status quo. ¿Para qué cambiarían las cosas si así navegan en una borrasca y no pasa nada salvo cobrar puntualmente sus haberes?
Pareciera que estuviéramos en Sodoma y Gomorra y no hubiera "los justos suficientes". Los neo dinistas ni siquiera han tenido el criterio suficiente para exhortar a la Presidente para que esclarezca las acusaciones que penden sobre ella. Incluso con la aclaración del caso, hubiera sido oportuno aprobar la admisión al debate de la moción de vacancia a fin de que Boluarte concurra y escĺarezca las cosas. Que mejor espaldarazo para alguien sería que demuestre con pruebas contundentes su pulcritud.
Pero no; se ha preferido el enjuague, el silencio cómplice. ¿Qué pasará si en el corto tiempo se llegara a demostrar que las acusaciones fueran ciertas? Simplemente "la derecha dinista" acabaría envuelto en las miasmas y estiércol y la izquierda castillista se convertiría en "el "estandarte de la lucha contra la corrupción".
Aquellos que creen que se debe apoyar a este gobierno pareciera que se encuentran sumidos en miedos y cálculos olvidando que lucha de hoy es por principios. El futuro del Perú no depende de la supervivencia de un gobierno nacido de un fraude y de un origen espurio; sino de que podamos construir un destino limpio de corrupción, de rateros e incapaces.
Excetente reflexíón
ResponderBorrarHay prioridades, si se realiza una elección ya, quien va a garantizar elecciones imparciales? Salas? Crovetto?....
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