martes, 11 de junio de 2019

DESARROLLO COMERCIAL DEL CENTRO HISTORICO

En los 80s surgieron los primeros Centro Comerciales, cada cual con diferentes ideas y prioridades. El tiempo mostró que no era el camino del éxito. Camino Real, Todos de Córpac, el entonces San Miguel, por citar a los tres que recuerdo fracasaron, también vale decir también como consecuencia de la época de terror que vivíamos en aquellos años.
Años más tarde, los dos primeros Centros Comerciales con otro formato (Jockey Plaza y Larcomar) marcaron el camino de lo que se debía hacer. Una administración centralizada, un plan de desarrollo y una clara orientación del negocio.

Algo de esto se necesita hoy en día en el Centro Histórico de Lima. Se habla de un Plan al 2035 que contempla la peatonalización de gran parte de sus calles y un nuevo Tranvía que lo cruce. Sin embargo no se dice nada o por lo menos no se comenta el carácter que debe tener el Centro Histórico, máxime que hay miles de metros cuadrados desocupados tanto de oficinas como de locales comerciales.
Por años la avenida La Colmena fue una de las avenidas más importantes de la ciudad. Hermosos edificios, modernos cines (Colmena y Le Paris), concurridos cafés y restaurantes como el Tívoli, el Viena y el Mario y las principales líneas aéreas, por citar a algunas empresas , estaban ubicados en esta avenida. Hoy La Colmena languidece como languidecen las avenidas Tacna, Garcilaso de la Vega y Abancay. No hay un plan de desarrollo comercial que contemple el desarrollo de estas avenidas.
Las personas mayores recordarán seguro  - aparte de importantes cines como Metro, República, Tacna, Excelsior, Central, Bijou e incluso el Imperio y el Venecia- tres importantes centros de diversión que hoy están cerrados.  El Embassy, un gran club nocturno, el Sky Room del Hotel Crillón y el Teatro Colón. ¿Por qué no revitalizar estos centros de diversión y que la noche tenga la brillantez de los años 60s hasta incluso 70s?
Qué decir también del ex hotel Crillón, hoy convertido en sede de oficinas estatales, el Bolívar que necesita una inyección de dólares que lo transformen y el Maury, cuyo famoso bar no tiene la prestancia que debería tener por una mala administración. Junto a ello hay que promover lugares típicos como el Queirolo, Santa Isabel, Cordano y Carbone, cuidando su salubridad. 

Es tiempo que el Centro Histórico recobre su prestancia. Que el Jirón de la Unión sea el centro de la elegancia y la vida nocturna que empezó a volver a florecer a mediados de la primera década de este siglo vuelva a tomar impulso. 
También es necesario que se dé nuevo impulso al Corredor Ucayali-Ica como una opción cultural con su principal lugar,
el Teatro Municipal y el cercano Teatro Segura. 


Por cierto se necesita una mejor iluminación, seguridad y orden (basta ya de comercio ambulatorio). Ojalá que la actual administración de la ciudad tome el toro por las astas e impulse la inversión privada y que no solo sea una empresa la interesada en remodelar edificios sino muchas más.

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