Días pasados veía la
intervención en la Comisión de Educación del Congreso de la República de dos ex
altos funcionarios del sector Educación a raíz de una investigación sobre la
elaboración de textos de colegio en base a principios de la pervertida
Ideología de Género, negada a todas voces pero presente sin duda alguna.
Los mencionados ex funcionarios
(un ex ministro y una ex viceministra) respondieron los cuestionamientos con evasivas y con explicaciones nada
creíbles. Ni siquiera tuvieron el coraje de defender lo que a diestra y
siniestra fomentan.
Está claro que los altos
funcionarios no tienen que saber todo lo que pasa en un ministerio pero su
responsabilidad política los obliga a responder por lo que hacen los
funcionarios a su cargo. No es posible que evadan esta responsabilidad.
Sin embargo no podemos negar que en el
Estado hay una enmarañada red de intereses y frenos que atentan contra la buena
marcha y el logro de objetivos.
Lo que hay que destacar es el “gran
empeño” de convertir a nuestra niñez y juventud en sujetos del cambio desde una
visión que busca soterradamente destruir la Familia, trastocar el Orden Natural
e implantar valores contrarios a los que deberían primar en nuestra sociedad.
En ese sentido, es importante
enfrentar esa agenda pues sino cualquier intento de “mejora” de la educación
peruana y de la sociedad tendrá como resultados “frutos malogrados”. Lo más importante
es la orientación antes que las formas o libros muy bien diagramados y
coloridos pero que envenenan las mentes de los estudiantes.
Tras constatar del nivel del
peligro que se cierne sobre la sociedad es menester con carácter urgente así
como prioritario que se tome conciencia que el futuro del Perú está en la
educación de sus niños y jóvenes y que ésta no puede estar influenciada por
antivalores. Si bien el Perú necesita ciudadanos calificados en diversas áreas
del saber, pero ante todo que sean ciudadanos formados en valores. Sino vemos
cómo “calificados” profesionales han sido parte del mayor robo que ha sufrido
nuestra patria (caso Lava Jato). ¿De qué valieron tantos títulos en las más
prestigiosas universidades?
Conversábamos con dos grandes
amigos sobre este tema y concluíamos que hay mucho qué hacer y todo para ayer;
pero coincidíamos que el tiempo se acaba. Hay que trabajar para el hoy pero
también para el mediano y largo plazo. Es imperativo trabajar por el
fortalecimiento de una visión conservadora, entendiéndose esto como el fomento
de valores y el fortalecimiento de las Instituciones de la Sociedad, entre ellas la Escuela.
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