Hasta hace no poco tiempo, tomar café era algo simple y sin mayor novedad, aunque valga decirlo, nunca dejará de estar de moda y menos ser motivo de una amena conversación, de una cita amorosa e incluso de otras no tan santas
Me refería a que hoy ha cambiado el estilo de tomar una taza de café en la medida que hay baristas que lo han hecho posible. Ya no se toma una taza hecha con un solo tipo de café sino de una diestra y hasta secreta mezcla de granos. Incluso como decía el finado Gianfranco, "el secreto de un buen café nace desde la cosecha del grano y su tostado". De ello daría fe la profesora Irene Bravo quien ella misma lo tostaba con varios ingredientes secretos
El café lo podemos tomar solo, con una media luna como mi amigo EmeCe, con un pastelito o leyendo el diario como lo hago yo.
Hasta hará unos 20 años habían pocas cafeterías entre las que destacaban las miraflorinas Haití y La Tiendecita Blanca, San Antonio en Magdalena, así como la Bomboniere en San Isidro .
Hoy las cuatro continúan pero hay una amplía gama de cafeterías orientadas a diversos públicos objetivos, desde aquellos jóvenes universitarios que se reúnen para hacer trabajos en Starbucks hasta personas de base cuatro para adelante que van al Gianfranco, gente que va al Centro y se toma su café en el Domino de la Plaza San Martín, en el Manhattan de Miró Quesada o en el Santa Isabel de la cuadra cinco de Jirón Carabaya. Tampoco debemos de dejar de mencionar a la barranquina Bisetti, Origen en Pueblo Libre, La Mora en Grau 500 de Miraflores, el Sofá Café de San Borja, Buena Vista en Miraflores y en la sin duda alguna mi preferida, Mezzanine en Jirón San Martín 484, Magdalena, que destaca por el uso de café de distintas variedades de Puno.
Cabe mencionar que hoy en día muchas cafeterías tienen varios locales, pero los mencionados locales son los lugares a los que he ido.
Antes, la mayoría servía café pasado con agua, por lo caro que representaba tener una máquina para hacer café. Al bajar su precio, hoy en día hay muchas cafeterías ofrecen sobre todo Americanos, Expresos, Capuccinos y otros incluso con un toque de Pisco, Cognac y otras bebidas alcóholicas.
Finalmente, cafetería que se precie no puede dejar de tener una buena oferta de pasteles, tartaletas, tortas y otros dulces, como las inigualables tartaletas de frutos rojos y el pastel de manzana con ciruelas que ofrece mi amigo José en Mezzanine.
Para concluir, decir que el mejor café pasado que he tomado es el de mi madre Ana y no muy lejos el café, producto de las expertas combinaciones de variedades que hace mi amiga Lourdes. Y si debo mencionar a un consumidor de café, ese es mi amigo Pepe Cevasco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario