139 años después el Gigante Francisco Bolognesi y los bravos
del Morro de Arica nos siguen mostrando el camino. El que conduce a la
Gloria y a la Inmortalidad.
El Coronel Francisco Bolognesi
estaba ya en el retiro pero acudió presto al llamado de la Patria en peligro,
como lo está hoy el Perú. Se enfrentó a
la adversidad con decisión, valor y un inconmensurable amor a la Patria.
La Guerra con Chile estaba perdida desde el 5 de abril de 1879 y seguro
que antes. La traición y cobardía lo había configurado así. Cómo quizás estemos
a punto de caer hoy “gracias” a los que siguen robando al erario nacional y
también envenenando a la niñez y juventud con ideología aberrantes, con la
pretensión de legalizar el “consumo recreativo” de las drogas y con agendas de
muerte que solo buscan destruir a nuestra Patria.
“Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el
último cartucho” fue el juramento de 1858 titanes el 5 de junio, tras lo
cual se inició el bombardeo a las posiciones peruanas. Sabían que se
enfrentaban a un enemigo triplemente superior y mejor armado más no superados
en moral ni valentía. Fue el último intento por frenar la invasión de nuestra
Patria. Ya habíamos sido derrotados en el mar. Miguel Grau y los valientes del
Huáscar ya habían ofrendado su vida y los incapaces y traidores nos seguían
gobernando. Sin embargo con Francisco
Bolognesí había hombres dispuestos a morir en defensa de su Patría; Manuel de la Torre, José Joaquín Inclán,
Alfonso Ugarte, Marcelino Varela, Justo Arias y Araguez, Francisco Cornejo,
Benigno Cornejo, Francisco Chocano, Ramón Zavala, Ricardo O Donovan, Roque Saenz Peña, Juan
Guillermo More, Juan Pablo Ayllón, Mariano Bustamante, José Sánchez y otros más. El 7 de
junio se inició el asalto al Morro de Arica y con ello el tránsito a la
Inmortalidad de cientos de peruanos, no olvidando que entre ellos hubo también marinos.
Pisagua, Agua Santa, San Francisco, Tarapacá, Los Angeles, el Alto de
la Alianza y finalmente Arica. En todas ellas sobró heroísmo pero faltaron
armas, municiones y pertrechos. Los gobernantes de entonces como hoy, no
cumplieron su papel con eficiencia y patriotismo.
Miles de peruanos siguieron
derramando su sangre. San Juan,
Chorrillos, Miraflores, en la Defensa de Lima. Ancianos, adultos y hasta niños
como Manuel Bonilla no arriaron las banderas. Con su sangre lavaron el honor de
la Patria. Lima fue entregada por el alcalde Rufino Torrico a los invasores.
Sin embargo en todo el Perú la defensa siguió, en Canta, en Marcavalle,
Concepción y Pucará, en la Campaña de la Breña encabezada por el Mariscal
Andrés Avelino Cáceres, Huamachuco y tantos otros lugares donde hubo un peruano
dispuesto a pelear.
Hoy cantemos el Himno Nacional con fervor, no aquel falso que algunos
pretenden utilizar para hacernos olvidar que hay Intereses Sagrados que
defender. Recordemos el Juramento Sagrado que cumplieron hasta quemar el último
cartucho y no aquella falsa “historia” que ha sido escrita para hacer olvidar a
nuestros héroes. A aquellos que defendieron el Perú hace 140 años y a los que
la defendieron en otros teatros de operaciones y luchando contra el terrorismo.
Peruano con o sin uniforme, no permitamos que nuestra Patria sea
mancillada de nuevo. Que el ejemplo de Bolognesi y los 1858 hombres que lo
acompañaron sea el faro que ilumine nuestras vidas. Gloria eterna para ellos.
7 de junio, DIA DE LA RENOVACIÓN DEL JURAMENTO DE FIDELIDAD A LA BANDERA
VIVA EL PERU¡
Publicado también en:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario