Escuché el otro día al Primer
Ministro referirse al asalto ocurrido el jueves 30 de mayo en un Centro de
Abastos en San Juan Lurigancho, con balacera incluida.
Si este señor está pidiendo “cuestión
de confianza” qué duda cabe que no solo no debería dársela sino se le debería
expectorar inmediatamente.
Decir qué están trabajando planes de “mediano y largo plazo” es
poco menos que una burla a la ciudadanía. Los resultados que se esperan no son
ni para hoy ni para ayer, menos para el mediano o largo plazo. Los resultados
son para hace meses atrás, señor Del Solar.
Lima y el Perú se debaten en
medio de una ola delincuencial que no respeta ni edad ni sexo, ni tampoco
condición social.
Las pocas bandas que son
desarticuladas lo han sido por un plan en marcha. Muchas veces han ocurrido por
casualidad o por intervención de un testigo que avisó a la Policía. Basta de
programas de la televisión estatal donde se intenta mostrar tremendos éxitos
cuando son “meras aspirinas que se le está suministrando a un enfermo de cáncer”.
No hay trabajo de inteligencia
menos se les busca a los delincuentes en sus madrigueras. En la época de la lucha antiterrorista se planificaban “operaciones de
rastrillaje” con muy buenos resultados y la intervención de una legislación ad
hoc y Tribunales Sin Rostro contribuyeron a la derrota del terrorismo. ¿Por qué
no replicar ello ahora? ¿Será por temor a que las oenegés “protesten”?
Hoy en día decenas de
delincuentes no llegan a purgar prisión por la negligencia e incapacidad de
fiscales y jueces y también por desidia en la Policía. ¿Hasta cuándo?
Los llamados “planes cercos”
luego de un asalto muchas veces no funcionan. Los delincuentes logran evadirlo
y las autoridades ven la fuga “en vivo” a través de las cámaras de video que no
sirven para gran cosa.
El Sistema de Prevención y Represión del delito hace agua pese a que el
Ministro del Interior, un policía antiterrorista de élite, intenta hacer las
cosas sin mayor resultado.
Los verdaderos delincuentes no
son perseguidos y grandes presupuestos se están usando para perseguir a
ciudadanos con otros fines. Ya varios prominentes ciudadanos han dado cuenta de
ello. ¿Hasta cuándo?
A este panorama que sufrimos a
diario los ciudadanos del Perú, se suma la
incompetencia en la lucha contra las drogas en el VRAEM, que según expertos
como el General Longa y el Almirante Tubino no hay resultados y menos avances
en esta lucha. ¿Qué tendrá que decir el Premier sobre ello, máxime que es conocido
como una persona a favor de la despenalización de las drogas?
Distritos mesocráticos como Jesús
María y Pueblo Libre han sido declarados en “emergencia” ante la ola
delincuencial que los azotan. ¿Habrán resultados o es puro bluff?
Señor Premier Del Solar, lo que
vivimos hoy no es una novela ni un chiste. Si no puede con ello, dé un paso al
costado y regrese al mundo de la farándula¡
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