El comunismo es la gran farsa que promete "el paraíso" y lo único que produce y ha producido a lo largo de la Historia es miseria, muerte y esclavitud.
Así como en los 70s y 80s, hoy estamos en peligro de caer en sus garras. En 1975 nos salvamos gracias al pronunciamiento militar que encabezó el General Morales Bermúdez y en 1990 fue por la vía electoral tras la victoria del Presidente Alberto Fujimori y sobre todo tras el 5 de abril de 1992.
En estas dos últimas décadas, tras la caída ee Fujimori el comunismo en sus diferentes caretas ha logrado infiltrarse en el Estado y ocupar porciones de poder en gobiernos liberales como los de Toledo y PPK y con mayor razón en el gobierno de la pareja Humala-Heredia e incluso en el segundo gobierno de Alan García. Sin embargo no debemos dejar de mencionar la infiltración comunista en el Velascato y supérstite en la década de los 80s en su versión proterrorista y por cierto como bien me hizo recordar mi amigo César Ibarra la infiltración caviar en el segundo gobierno de Alberto Fujimori en la llamada "reforma judicial".
Los gobiernos del presente siglo no solo fueron penetrados políticamente sino infectados con la ponzoña de la corrupción promovida desde el Foro de Sao Paulo.
El comunismo vía los herederos del terrorismo, el oenegerismo y con la complicidad del mercantilismo corrupto han llevado a nuestro Perú al abismo. Cada quien se expresa de acuerdo a sus intereses pero todos apuntan a lo mismo. Tras la caída del corrupcto e incapaz PPK, diversos actores con la complicidad de tontos útiles encumbraron a un personaje como Vizcarra quien tenía ya serias acusaciones de corrupción. Meses más tarde cerraría el Congreso y buscó atornillarse en el poder pero fracasó siendo vacado por incapacidad moral permanente.
Su sucesor constitucional Manuel Merino de Lama no aguantó los embates de diversos intereses, los mismos que promovieron a PPK, siendo sucedido por actual Accesitario Francisco Sagasti a quien se le está yendo de las manos el control del Perú.
Hoy los reclamos son contra una ley que convirtió al Perú en potencia mundial en la agroindustria y la que intentaban derogar (y lo lograron). Un sinsentido completo tanto comom querer cambiar la Constitución que dió el marco jurídico para que el Perú resurja.
No son entonces ciertos los afanes agraristas del "Minas no, agro sí" sino tan solo es un plan para destruir nuestra economía.
El Orden, Seguridad y la Estabilidad Jurídica son condiciones necesarias imprescindibles para que el Perú sea viable. La agenda comunista para que esto no sea posible está dando resultados. Fomento de agendas aberrantes, destrucción de instituciones como la Policía Nacional, penetración en la Iglesia Católica , captura de los medios de comunicación infiltración en importantes sectores estatales como Educación, Cultura, Interior y Defensa , nada de ello es por gusto.
¿Qué hacer? es la gran pregunta. Aún estamos a tiempo para que las Instituciones y voces valiosas den la respuesta que no dan los políticos y menos ni el Congreso ni el actual Accesitario.
Por informaciones confidenciales, cuya fuente no puedo revelar, hay una gran preocupación no solo en círculos internos sino internacionales. El fantasma del "país inviable" otra vez aparece como en los finales del desastroso primer gobierno de García Pérez.
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