COMISION ¿DE ETICA"?

 

Ayer tomé conocimiento de que el total de  Congresistas posó orondo para perennizar la foto del "congreso del bicentenario". Qué lamentable que esta vez no haya habido una pizca de indignación para evitar que sean parte de esta foto oficial gente cuestionada a la cual sus pares no se atreven a juzgar y expulsar de manera célere.

Ahí sí estuvieron todos en forma presencial y nadie viajó o estuvo de licencia. ¿Alguien adoptó una actitud de principios y se negó a compartir con "niños, mochasueldos y otros"? Parece que no.

Era de los convencidos que los fueros congresales deberían respetarse y ser los propios congresistas quienes fueran parte de la Comisión de Etica y por tanto fueran garantes de la probidad e idoniedas moral  de los integrantes del Congreso; pero ahora no me queda duda que no debería ser así. Nada garantiza ello; innunerables casos de lentitud cómplice y ausencia de justicia avalan la posición que sea un grupo de notables (de verdad) quienes se hagan cargo de la Comisión de Etica y sus fallos sean vinculantes. Basta ya de escuchar y comprobar que el dicho "otorongo no come otorongo" siga teniendo vigencia.

Por cierto la ignominia de un Congreso desprestigiado no es única; el que un incapaz, ignorante y ladrón como Castillo  haya sido presidente del Bicentenario es algo que debería ser borrado de los libros de Historia. Decir que fue presidente muy a nuestro pesar es inaceptable como que haya sido reemplazado por alguien que fue parte de una fórmula infame.

Al Bicentenario de la Independencia y del Congreso de 1822, se agrega el de las batallas de Junín y Ayacucho el próximo año. ¿Quiénes son responsables de esta vergūenza? Los partidos que llevaron en sus listas a tanto impresentable como los ciudadanos que votaron por ellos.

Por cierto, no hay duda alguna, que saldrán los dinistas y neodinistas a exhortar que "no se hagan olas", que "todo estará bien" y que no seamos duros "por el bien de la gobernsbilidad". 

No callemos ni seamos cómplices; la Historia nos juzgará.