La gran mayoría de congresistas cree que su oficina es "una máquina de hacer leyes"; no importa si son inservibles o su costo es mayor que su beneficio.
Si bien hay un acápite en los proyectos de ley que obligan evaluar el costo/beneficio de las propuestas; pareciera que esto no es sino un mero trámite declarativo que no implica un análisis riguroso de lo que representarán ideas transnochadas o con una intención perversa de destruir, por ejemplo, al sector más importante de nuestra economía como es la minería, por citar un caso.
Muchas veces vemos como decenas de entusiasmados congresistas votan para exonerar de segunda votación leyes que han aprobado sin mayor reflexión o conocimiento. Menos trabajo, por cierto.
Sin embargo, poco se hace desde la ciudadanía para buscar la reflexión en temas importantes -pero no mediaticos-; incluyendo dentro de esta desidia a la prensa que evade o ignora éstos; lo que es aprovechado para que "entre gallos y medianoche" se aprueben esperpentos jurídicos que causan graves daños a nuestra economía en particular y a la sociedad en general.
¿Cuántas de estas leyes están vigentes y cuántas están a punto de ser "reglamentadas"? Las consecuencias de estas leyes como la Ley 31204, aprobada en mayo del 2021 cuando era presidente del Congreso la comunista antiminera Mirtha Vásquez y en estos días en proceso de ser reglamentada, dizque "para proteger el patrimonio paleontológico" cuando lo que se busca es hacer inviable la minería formal "gracias" a la labor de zapa de elementos ultraizquierdistas enquistados en el Estado; mientras tanto fomentan y apoyan a la minería ilegal, que contamina, destruye y es parte del circuito perverso del dinero sucio.
Cabe preguntar si se consultó sobre esta ley con voces autorizadas del sector minero y con la comunidad científica. Por lo visto, no creo que haya sido así.
Atentos señores congresistas, este llamado es a los pocos que valen la pena para que frenen la destrucción de nuestra Patria.
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