Un hecho muy significativo y que
no ha merecido aún la atención de las redes sociales es el protagonizado por el
árbitro peruano Diego Haro en el
partido Boca Juniors versus Wilsterman que dirigiera hará cuatro días.
Haro tuvo un gran gesto con un
joven que padece el Síndrome de Down a
quien entregó las tarjetas que usó en dicho partido. El joven en mención se las requirió desde la tribuna y el citado árbitro tuvo la grandeza de hacerle caso.
Hoy en día la sociedad está mucho
más sensibilizada respecto a casos de discapacidades y desde todos los niveles
se busca su inclusión en la sociedad con plenos derechos en la idea que “discapacidad no es incapacidad”.
Es cierto que hay casos extremos
que traen como consecuencia muchas limitaciones pero hay muchos casos que
gracias a la detección temprana y al trabajo abnegado de especialistas sobre todo maestros tienen como consecuencia la integración de esas personas en todos
los planos, tales como social, laboral y otros. En muy buena hora que sea así.
Y ya que refiero a esos grandes y
abnegados personajes que trabajan por luchar contra las diversas
discapacidades, quiero resaltar el trabajo de una gran amiga que desde
diferentes planos (academia, magisterio,
investigación y como funcionaria pública) hace un gran trabajo. Me refiero
a la Magister Sonia Ascue Bravo
quien desde su hogar aprendió con el ejemplo de su madre Irene, gran maestra
que ejerció la docencia, a trabajar con dedicación y eficiencia.
Hoy en día que se discute el
papel que se cumple desde el Estado es motivo de resaltar el trabajo de la
indicada profesional. Soy testigo de cuánto avanzan los jóvenes Down o con
otras discapacidades cuando son acompañados en la escuela y el hogar con amor y
dedicación.'.
Siempre he sostenido que el Perú no estará perdido mientras existan
personas como Sonia Ascue a quien le reconozco no solo sus calidades
profesionales sino humanas. Esperemos que siga dejando huella en su paso por la
Administración Pública y la Academia. Varios cientos de alumnos y colegas dan
fe de lo que digo.
Sonia Ascue es una de las profesionales que más sabe de la problemática
de la discapacidad y también una de las que más ha hecho para enfrentar las
limitantes que acarrea ésta.
Hoy que los católicos celebramos el Domingo de Ramos, oremos para que
el Señor Todopoderoso bendiga el trabajo de todos aquellos que trabajan con
personas con discapacidad. Que Dios les dé fuerzas y generosidad para que sigan
en tan noble apostolado.
Foto: diario El País
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