En el año 2000 vi de cerca
trabajo de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso de la República
presidida por el Maestro Pablo Macera. Esta comisión a pesar de la importancia
que tenía para el futuro del Perú era el “patito feo”; sin embargo algo se hizo
al impulsar leyes marco para la promoción de la investigación científica y
tecnológica.
Me llamó mucho el “compromiso”
de un asesor de esta comisión, un mediático científico cuyo interés no
era tanto por “el chancho sino por los chicharrones”. Me percaté de ello cuando
intentaba a toda costa influir para empoderar a sus amigotes en puestos claves del sector. Tiempo más tarde, se hizo “toledista” y tuvo cinco años para
poner en práctica sus ideas pero sin resultado alguno.
Nadie discute que se debe
fomentar la investigación en el Perú. Uno de nuestros grandes problemas ha sido
la dependencia de la tecnología que viene empaquetada ya con los equipos y
maquinaria que se importa; gran parte de ella casi obsoleta habida cuenta de los
avances impresionantes en este campo.
Muchos de los investigadores y
científicos peruanos formados en el exterior con mucho esfuerzo (becas y
pasantías pagadas por el Estado) se quedan en el exterior sin aportar nada al
país. Claro está que aquí los sueldos y oportunidades son escasos pero al menos
deberían retribuir el valor de lo invertido en ellos teniendo que ver el costo
de oportunidad de ese dinero invertido (que dicho sea de paso es ínfimo en
relación a lo invertido por otros países sudamericanos inclusive).
Siempre escuché las loas que se
le hacía a un empresario que se vendía como inventor. Habría que preguntarse si
´pensarían lo mismo los fabricantes de máquinas de otros países a los cuales él
compraba y luego adaptada como si fueran “inventos”. No todo lo que “brilla es oro”.
Sin embargo, el otro día veía en
la televisión la entrevista a un peruano inventor de verdad que había fabricado
unas galletas especiales para luchar contra la anemia. ¿Ya lo habrán llamado
del MIDIS o MINSA para hacerle los pedidos del caso?
De niño veía a Ciro Peraloca,
especialista en ideas brillantes e inventos; ¿cuántos Ciros Peralocas requerirá
el Perú para dar el salto tecnológico que se requiere?
¿Cuándo tendremos un Siilicon
Valley con tanto joven talentoso que estudia ciencias de diverso tipo en el
Perú?
El Estado tiene la obligación para
dar el marco normativo así como promover la investigación e inventiva en el
Perú pero no ajeno a ello debe estar el
sector privado que con ello podrá ser más eficiente de cara no solo al mercado
externo sino interno, en beneficio de los peruanos.
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