domingo, 7 de abril de 2019

DOMINGO DE CUARESMA Y DE SANCOCHADO

En el 2011 un candidato liberal postuló a la Presidencia llevando en su lista congresal a candidatos de un variopinto y disímil espectro político. No ganó aquella vez pero sí lo haría 5 años después, no durando en cargo ni dos años.
El imaginario popular llamaría a esa postulación como una “candidatura sancochado”, otros dirían “un arroz con mango”. Ambos conceptos tienen que ver con el uso de variados ingredientes en el primer caso y en el segundo caso al uso de ingredientes que hacen aparentemente incomible un plato elaborado con ellos.
En política creemos que sí se debe hacer propuestas coherentes y principistas. Aquí no vale que en un grupo alguien esté a favor del mercado, otros propugnen un estado empresario y otros más una mezcla heterodoxa. Así mismo es inviable un proyecto donde algunos defiendan la vida y la familia y otros fomenten una agenda aberrante. Ni más, ni menos.

Sin embargo, no funciona así en la gastronomía. Por muchos años, algunos se horrorizaban con el famoso plato carretillero “Siete Colores” que incluye Ceviche, Papa a la Huancaína, Tallarín Rojo, Chanfainita y otros más; años después el restaurante Aeropuerto hacía famosa a una herejía, el Tallarín en salsa Huancaína acompañado con una contundente porción de Lomo Saltado.
Así es la cocina. Varía y gira insospechadamente gracias al atrevimiento e ingenio de los chefs. Es por ello que con mucha agudeza el analista político José Cevasco se preguntaba si acaso los políticos deberían saber cocinar. Comparto esa mirada pues como dijimos alguna vez, la cocina es el arte de la mezclar ingredientes con generosidad, haciendo uso también de otras cualidades e ingredientes más que permiten que un  plato salga perfecto a nuestros paladares; teniendo en cuenta el dicho que “para gustos y colores, no han escrito los autores”.

Y ya que hemos hablado del Sancochado qué mejor ocasión que este domingo para hacer uno en casa con colaboración de todos los miembros del hogar. No hay mejor manera de que la familia se una; primero en la cocina y luego en el comedor.
Primero vayan al mercado y pidan una generosa porción de pecho de res (1 kg) con el que harán un fondo al que desgrasarán luego que enfríe. Reserve la carne cortada en porciones generosas.
Entre tanto, pelen y corten un par de zanahorias, un nabo, una buena porción de zapallo, unas 4 papas blancas y un buen trozo de yuca (mejor si es amarilla).
Si no han tenido tiempo, compre una buena porción de garbanzos cocidos, corte un trozo de poro y de apio, pele una porción de habas verdes y corte en mitades o tercios  un  par de choclos. Finalmente, corte media col mediana y cocínela aparte.
Una vez desgrasado nuestro caldo de punta de res, cocine en él las verduras y tubérculos; retirándolos del fogón una vez estén ya cocidos.  Agregue a la cocción sal, unas hojas de Laurel, orégano y pimienta.
Finalmente cuele el caldo y sírvalo aparte de las verduras, tubérculos y la carne; acompañándolos con un sabroso ají a la Huancaína y salsa criolla (cebolla con limón, sal, un chorrito de aceite de Oliva y un ají Limo sin pepas ni venas cortado pequeño).

Aquí me permito una sugerencia (acorde con mi gusto). No ponga camotes como ingrediente. Es algo que algunos usan pero no va definitivamente por su dulzor (y menos aún si se trata de camote morado). Sin embargo, como ven es cuestión de gustos. En mi caso no lo recomiendo.

Feliz Domingo y recuerden que estamos en Cuaresma y no olviden de agradecer a Dios por todo lo recibido incluyendo por supuesto este delicioso Sancochado.


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