En los 90s un asesor de inteligencia se percató algo que todos veíamos a diario. Que muchos peruanos se enteraban de las noticias leyendo primeras planas parados en un kiosko de venta de diarios .
Ante ello incentivó la publicación de diarios sin mayor contenido, llenos de mentiras y estupideces. Lo que importaba era financiar las primeras planas con las que se injuriaba y difamaba a los opositores. A esa prensa se le bautizó como "prensa chicha o basura". Está claro que si bien aquí nos referimos a la prensa escrita pero lo dicho también aplica a la televisión y radio.
Producto de ese envenenamiento se deformó a una sociedad que asumía mentiras como ciertas. Producto de ello se produjo el embrutecimiento masivo, el emputecimiento de la moral pública y la aparición de generaciones de jóvenes alpinchistas, que hoy se autodenominan "generación equivocada" (fallida diría).
Que tan mal estamos para que se consideren "héroes nacionales" a gente violentista tal como incluso lo mostraban los programas de televisión que por días enteros fomentaron el odio, la algarada y la destrucción. Si no lo creen, dese una vuelta por el Centro Histórico vandalizado por hordas de comunistas.
La prensa casi quebrada se sostiene "gracias" a la publicidad estatal. Cientos de millones son malgastados en vez de invertirlos en el peruano que sufre la pandemia, pasa hambre y necesita apoyo para su emprendimiento.
Ayer, en los 90s, se pagaba bajo la mesa. Hoy se paga con transferencias previas facturas; sin embargo envenena, miente y pervierte igual que antes.
Decir que la Policía actuó reprimiendo desmedidamente a los violentistas no solo es mentira sino una irresponsabilidad. Estamos dando la oportunidad al comunismo para que tome el poder y destruya al Perú.
Entre tanto los que deberían estar atentos al devenir de los hechos "silban bajito y miran de reojo". ¿Se harán los desprevenidos o el consumo excesivo de pollo les ha malogrado el nivel hormonal?
Totalmente de acuerdo oráculo
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