El Perú es el país de las frases ingeniosas, de los dislates y de la mentiras que aunque no crean, al parecer nos gusta escuchar.
Aquí puede llover hacia arriba y no sería raro. Nano ayer conspicuo miembro de un colectivo odiador, hoy pone cara de "yo no fui" y dice que estaba equivocado.
Hay políticos que en 20 años han vestido incontables camisetas y otros hace no muchos años gritaban "Chino (Velasco), contigo hasta la muerte" ( no la propia por cierto) y otros tantos contoneaban sus lamentables cuerpos al son del "Baile del Chino" y luego le asestaron 50 puñaladas por la espalda a Alberto Fujimori. Cuántos deberían tener como símbolo al traidor Judas negando sin rubor hasta a su hermano ("Es mi hermano pero nos nada").
En el Perú hemos visto "jurar por Dios y por la plata"; hemos escuchado decir que han recibido "luz verde" y tramar cómo borrar pruebas pero no pasa nada. Hay qué tener cara dura para pedir "caminar derecho" y tener hartos "anticuchos" y aquel a quien se lo pedían "habla contra la corrupción" pero apoya la misma por "amor a su líder" (al actual por cierto, mañana quien será).
Gente con cara seria dice que no hay que vacar a corruptos porque se pone "en peligro" la gobernabilidad y los corruptos nos piden que "seamos serios y responsables".
Nos hablan de "conflicto armado interno" y creen que los terroristas fueron "luchadores sociales".
Atribuyen el origen de dinero mal habido a "herencias o a indenmizaciones" y lo peor que hay abogánsters que defienden a los negadores de sus hijas.
Hay gente que se atribuye estudios, grados y honores y no saben ni balbucear un texto. Menos escribir más de una oración. Hay quienes dicen que son asesores o justifican su incapacidad diciendo que el puente que construyeron mal no se cayó sino solo se desplomó".
Tenemos "empresarios socialistas" y curas "progresistas". Conspicuos rojos comen caviar y brindan con "Cuba Libre" sabiendo que aquello es mentira y sus ingresos provienen de cobros de asesorías inútiles al Estado por cierto. Que ser progresista sea sinónimo de promotor de atraso y no de "gente cool".
Ojalá que ya no tengamos que recomendar a un turista que cuando le digan que "no se preocupe", deba en realidad preocuparse.
Ayer escribíamos sobre los políticos que queremos y hoy sobre quiénes no queremos.
Basta de cojudeo. No seamos "el país deshueve". Heredemos un Perú mejor. Este 2021 digamos no a tanto lacra. Basta de gente que niega lo que son, que nos toman por cojudos y dicen que "no hay que ser ingenuos", "reclaman su pedazo de torta", preguntan "cómo es la nuez", nos venden cuentazos, se llamen herederos de una obra que no podrán seguir o se llaman "nacionalistas" y nos entregan a las fauces del corrupto Foro de Sao Paulo (a) Grupo de Puebla.
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