Primero juró para gobernar hasta el 2026, luego dijo que adelantaría las elecciones para el 2024 y a las pocas horas dijo que serían para el 2023. Idas y vueltas que no le hacen bien. No hay predictibilidad y menos se piensa antes de hablar.
Sin embargo ello no fue todo. Pese a estar el país en llamas dijo que no permitiría que la Policia use armas letales, menos perdigones de goma. Pocas horas después volvió a retroceder, esta vez para bien, y dijo que ello lo había dicho en otro contexto al que hoy era y aprobó la instauración del Estado de Emergencia. Por cierto la algarada terrorista comunista no es de estas horas y la primera orden fue un desliz de alguien que no tiene ni experiencia ni mano firme.
Se impuso no solo las voces sensatas sino logró desmarcarse de sus aliados naturales como Verónica Mendoza, la caviarada y gente como Arbizuri. Una buena señal. ¿Qué dirá su aún aliado Antaro Humala?
Sin embargo la instauración de Estado de Emergencia no solo es suficiente si no se actúa rápidamente y se pone a disposición de la Justicia a los cabecillas, promotores, operadores y por cierto a los que detrás de bambalinas son los responsables de esta algarada. La Justicia no puede ser ni débil ni lenta. Todos estos miserables deben ser aprehendidos, acusados, juzgados y condenados severamente haciendo oídos sordos de lo que digan las oeneges caviares, eternas cómplices del terrorismo.
La Sociedad debe ponerse de pie para apoyar a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. Sin embargo aún vemos el cobarde silencio de muchos gremios e instituciones. La prensa debe dejar de ser -en algunos casos- voceros de los terroristas. Ni cómplices ni tontos útiles.
Exigimos que la inquilina de Palacio de Gobierno sea firme y no retroceda. Si lo hiciera, su única opción sería la renuncia. Esperemos que deje de lamentarse y sea frontal contra el golpista y corrupto Castillo y sus hasta hace poco compañeros de ruta que hoy intentan destruir el Perú.
Hoy en día se está con el Perú o contra él, vale decir con los comunistas. Déjese de medias tintas señora Boluarte. Al pan, pan; al vino, vino.
No queremos más reculadas sino acciones firmes. El Perú no da para más.
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