Vivimos días aciagos que nos remontan a los años 80s y parte de los 90s pero a juicio de mi amigo Jaime -que lo comparto- lo de hoy es "chancay de 20" en relación a los coches bombas, asesinatos selectivos y masacres de décadas pasadas. ¿Qué nos hace pensar que lo de hoy pareciera ser más peligroso? Evidentemente la difusión del accionar terrorista que sin querer "tontos útiles' se encargan de propagar por redes sociales a la par que lo hacen los comunistas. ¿Se imaginan el impacto que hubiera tenido Lucanamarca o Soras hoy en día? En aquellos años esos hechos se supieron después de algún tiempo y las acciones de las organizaciones terroristas se difundían en forma cómplice en diarios y semanarios comunistas (El Diario de Marka, La Voz, La Razón, Cambio, Amauta) y en algunos otros medios que pecaron de ingenuidad y cierto grado de complicidad.
Lo de los 80s y 90s fue resultado de un proceso previo que duró casi tres lustros en los cuales se ideologizó a muchos jóvenes en escuelas y universidades y también se infiltró al Estado (incluyendo el Sistema de Justicia). En aquellos años se sabía que los cabecillas eran Guzman y Polay mas la gran mayoría de integrantes de la cúpula no eran conocidos o no se conocía su fisonomía. Tardó mucho tiempo en conocerlos gracias al trabajo de inteligencia de la Policía y la incautación de material y vídeos ("Zorba el Griego" ). Hoy nos ha explotado en la cara algo que venía de por lo menos 22 años donde confluyó "el trabajo" de la caviarada (que hoy se dice demócrata) presupuestivora (a través de sus oeneges derechohumanoides), de los rezagos de sendero luminoso y emerretista que de estar derrotados y rendidos se reinventaron en organismos de fachada, volviendo a infiltrarse en el magisterio, universidades, el Sistema de Justicia y en diferentes instancias estatales al punto que llegaron a ser "gobierno" (léase, una organización criminal dedicada a robar los recursos del Estado).
¿Qué lecciones debemos sacar de lo que hoy vivimos? Nunca más olvidar lo que significa el comunismo y el caviaraje; no dejar de limpiar el Estado de elementos comunistas; volver a escribir la Historia y educar a las nuevas generaciones y sobre todo no dejar nada inconcluso no olvidando que al comunismo hay que aplastarlo y derrotarlo hasta en el más mínimo detalle. No es posible que el Tribunal Constitucional haya dado luz verde a terroristas excarcelados para que puedan ser maestros o trabajar en el Estado. Derrotar al comunista no pasa solamente en el plano militar sino ideológico y cultural.
Lo que hoy vivimos es una algarada violentista que se gestó desde Palacio de Gobierno, alimentada por un discurso de odio y mentiras que se difundió con recursos estatales a través de los llamados "consejos de ministros descentralizados", el apoyo de los prefectos y desde diversos ministerios. La explosión terrorista era algo que se veía venir y que la inquilina de Palacio de Gobierno Boluarte con su inacción inicial no paró a tiempo la violencia subversiva.
¿Dónde estaba la DINI y otros orgsnismos de inteligencia? Capturados por el comunismo y trabajando para el ladrón Castillo y no para el Perú.
El Presidente Fujimori pacificó el Perú y lo reconstruyó pero no extirpó la raíz del mal. Lo que hoy vivimos es una muestra de ello. No podemos darnos el lujo ee volver a cometer los mismos errores. Al comunismo y sus versiones diversas hay que aplastarlos y clavarles una estaca (como a Drácula) para que no vuelvan a resucitar.
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