Mientras la presidente Boluarte llama al "diálogo", hordas violentistas siguen realizando una serie de ataques contra la propiedad pública y privada así como lo hicieron los delincuentes terroristas en los años 80s y parte de los 90s.
De la misma forma que en los peores años del terrorismo hay tontos útiles y cómplices asolapados que promueven estas acciones subversivas con el pretexto de que son "justas protestas sociales". En aquellos años tuvimos dos presidentes que hicieron muy poco para enfrentar eficientemente a las organizaciones terroristas al igual que se está haciendo en estos días. Pedir dialogar con los subversivos de hoy equivale a los pedidos que hacían los comunistas de ayer con el objetivo de frenar la acción represiva del Estado.
Lo que está sucediendo tiene sus antecedentes en las diversas acciones realizadas por elementos radicales como toma de carreteras, asaltos a minas y diversas instalaciones privadas. Han existido "mesas de diálogo" por doquier sin mayores resultados y los diversos gobiernos desde el 2011 no tienen mayores obras que mostrar sin embargo conspicuos integrantes de éstos tienen la desvergüenza de fungir ahora de opinológos y "dar recetas" para afrontar estos momentos.
Hoy el Perú requiere en primer lugar "mano dura" para frenar el avance subversivo. Creer que "dialogando" se va a solucionar esta crisis es de tontos. Basta de "Democracia Boba". No podemos seguir aceptando que las leyes protejan a los delincuentes sino preguntémonos cuántos delincuentes subversivos responsables de la violencia y destrucción han sido detenidos desde el 7 de diciembre.
Las Fuerzas Armadas y Policía Nacional tienen un mandato constitucional el cual debe cumplirse con el total apoyo del Estado. No podemos aceptar que mañana más tarde los que "saquen las castañas del fuego" sean procesados por denuncias de oeneges "derechohumanoides" que a lo largo de estos más de 40 años solo han defendido a los terroristas y no a la Sociedad.
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