Tomar las cosas con calma es difícil, mas aún en el momento que vive el Perú.
Hoy en el Pleno del Congreso se votará la admisión de la moción de Vacancia del comunista Castillo y recién el 12 de este mes se decidiría la suerte del que funge de "presidente ", aunque anoche la congresista Tudela anunció en el programa Beto A Saber que pedirían adelantar la fecha para el 7.
Entre tanto el 5 se verá en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales el futuro de la Vicepresidenta Boluarte, socia de Castillo. No olvidarlo.
Todo una serie de eventos que, sumado a lo que hoy verá la Comisión de Constitución respecto al procedimiento de Suspensión de Castillo, configuran un panorama complicado.
En medio de esto Castillo y sus adláteres buscan frenar los procesos de Suspensión y Vacancia a través de un bluff al que llaman "diálogo por la gobernabilidad" ofreciendo no seguir con las amenazas de "golpe de estado" (léase "cierre del Congreso") a cambio de que el Congreso no toque ni la Suspensión ni la Vacancia de Castillo. ¿Es una "negociación razonable"? Por supuesto que no. Con corruptos y la antipatria no se negocia. Una cosa es el deseo o intento de buscar quebrar el Estado de Derecho pero otra es "poder hacerlo".
Sin embargo no contestos con ello mandan al ministro Salas para que amenace con una convulsión social si se llegara a prosperar la salida del incapaz y corrupto. "El país se sumiría en una ingobernabilidad" dice Salas, como si hoy alguien gobernara. ¿Acaso promover el odio y saquear las arcas fiscales es gobernar?
La amenaza de Salas no hay que ni sobreestimarla ni subestimarla. Ya antes el inimputable ex Premier Torres amenazó con "ríos de sangre" y el propio Castillo, en el mismo Palacio de Gobierno, ha promovido acciones ilegales contra el Orden Constitucional. Tampoco debemos dejar de lado el acercamiento de huestes radicales, de elementos foráneos castrochavistas y lumpen asalariados.
Todo ello debe ser tomado en cuenta por el Congreso, la Fiscalía de la Nación, la ciudadanía y por supuesto por las Instituciones Tutelares encargados de velar por la Integridad y Seguridad del Perú.
Como titulamos, hay que guardar la calma, cerrar filas con todas las fuerzas democráticas con prisa pero tomando las pausas necesarias. No por madrugar mucho se amanece más temprano y menos entender "el guardar la calma" con la inacción o el silencio cómplice o la cobardía que hacen gala algunos, como ya sucedió en momentos aciagos (por ejemplo en la infausta Guerra con Chile del siglo XIX).
Quizás hacer efectiva la realización de la llamada "semana de representación" haga posible retomar con fuerza los esfuerzos por librarnos de esta maldición castrochavista, habida cuenta que hay plazos y procedimientos que respetar aunque éstos no sean vistos sino como "pelotudeces democráticas" por Castillo y compañía. Vamos a ver, sin embargo, si este periodo de "reflexión" se acorta.
Atentos con los herederos del comunismo terrorista. No seamos parte de esa Democracia Boba cuyos predecesores fueron los responsables de no haber parado a tiempo a sendero y a los martacos.
No olvidemos la Historia. Hacerlo es repetir dramas ya vividos con el costo de la vida de miles de peruanos.
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