Hace 21 años hice un experimento social . Solté un rumor el cual retornó a mí en menos de dos horas; por supuesto corregido y aumentado. Con todo su recutecu.
Ese mismo rumor hoy retornaría al emisor en pocos minutos gracias a las llamadas redes sociales.
Lima siempre fue una ciudad de rumores, chismes, que antes llamábamos "bolas" y ahora "fakes news".
¿Qué nos mueve" No siempre lo es pero muchas veces todo responde a un uso de la psicología de masas. No son pocos los afectos a difundir falsedades aún sabiendo ello, como constato que también hay quienes se soslazam imaginando poder ser blanco de males. Mismo masoquistas.
El chisme y su transmisión no es de ahora. Ricardo Palma relata en sus Tradiciones Peruanos que esto viene desde el Virreynato. Cada cierto tiempo aparecen "Virgenes que lloran, "árboles que sangran" y gente que apela a burdas patrañas y que pese a ello la gente crédula cae redondo. Recordemos nomás aquella que simuló que tras "estar embarazada fue objeto del robo de su hijo". Había que ser baboso para creerle y encima darle "solidaridad".
Viene al caso todo lo dicho en estos momentos en los que intensos rumores recorren la ciudad anunciando "un golpe". Hasta se dan por ciertas acciones que nunca han sucedido.
Detrás de esta catarata de mentiras hay una evidente mano caribeña que busca crear caos, miedo y zozobra. Sabiendo ello no deja de sorprenderme que haya quienes den audiencia a los rumores.
Busquemos una explicación a todo esto, más allá de la estupidez humana. Creemos que hay una evidente campaña para victimizar al comunista y que éste busque motivos para escaparse en medio de una algarada violenta. Esa receta ya la conocemos pues sucedió no hace mucho en Bolivia y tras ello el narcoterrorista Morales se fue asilado a México, uno de los posibles destinos que baraja Castillo tras su huida.
Veremos cómo transcurren los días de cara al miércoles 7. ¿Habrá los 87 votos? ¿Dina Boluarte hizo su chamba? ¿Durará en el cargo o será víctima de sus ex camaradas, quienes ya la llaman traidora?
(*) Término que usaba el gran e ingenioso periodista Alberto Best Ramos (ALBERA) para referirse a los chismes.
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